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martes, 13 de septiembre de 2016

El sindicalismo en el mundo, su origen y protagonismo en la vida pública de México.





Por Víctor Hugo Monroy Rodríguez
Colaborador del MEXIQUENSE Valle de Zumpango.
La historia mundial de la organización de los trabajadores del campo y de la industria comienza, primeramente en el campesinado, en la prehistoria las primeras civilizaciones como la mesopotámica, en Asia y por supuesto en américa como los aztecas, o mayas, la población de estas culturas se organizaban para poder cosechar la tierra y obtener su alimento, durante esta época era obvio que no existía la propiedad privada, situación por la cual no existía ningún tipo de abuso por parte de algún tipo de patriarcado, es con la llegada del modo de producción esclavista y la propiedad privada que la precariedad de los trabajadores del campo fue en detrimento, en Europa durante la edad media comprendida, entre los siglos IX al XV, el feudalismo un sistema en el cual el dueño de grandes tierras prestaba o incluso rentaba a los siervos sus terrenos y así poder trabajar para su subsistencia y entregar al señor feudal parte de las cosechas. Lamentablemente en esta época los campesinos se vieron como una entidad pasiva, carente de expresión, solamente llevaron a cabo algunas rebeliones cortas sin objetivos claros, privadas de alguna organización que las respaldara y que defendiera sus intereses. Los únicos que realmente se organizaban y se tiene registro de que es la antesala a los sindicatos son los gremios, que durante el feudalismo agrupaban a los artesanos de un mismo oficio, sus objetivos eran garantizar trabajo a sus asociados, su bienestar económico y equilibrar las demandas de sus obras y el número de talleres activos. Estas cofradías agrupaban a los trabajadores que se asociaban para ayudarse mutuamente. Son las primeras manifestaciones del movimiento obrero en el mundo.
Durante esta época del feudalismo las clases sociales se dividían en dos, los privilegiados y los no privilegiados, dentro del primero grupo se encontraban el alto clero, el bajo clero, la nobleza, dentro de los no privilegiados estaba la burguesía, los artesanos, los sirvientes y los campesinos. La burguesía era una clase social que solo se limitaba a realizar el comercio, a practicar las disciplinas académicas, algunos oficios o profesiones, su ausencia en la toma de decisiones políticas y sociales fue el detonante principal para que se detonaran las revoluciones burgueses, que sucedieron a finales del siglo XVIII (1700-1800), la transición del sistema feudal al sistema capitalismo predominante hasta nuestros días y con ello dando paso a la gran primera revolución industrial.
Fue hasta el año de 1789 con el estallido de la revolución francesa que marco el fin del feudalismo y dio el inicio de un nuevo régimen donde la burguesía, apoyada en las clases populares, se convirtió en la fuerza política dominante.
La revolución industrial fue un proceso de transformación económica, social y tecnológica que sin duda tuvo grandes impactos en la vida cotidiana de la población europea de aquella época aparecida a finales del siglo XVIII, la invención de la máquina de vapor, de James Watt tuvo un gran impacto en la naciente industria textilera que logro aumentar la producción en menos tiempo obteniendo grandes ganancias a los industriales, burgueses o capitalistas a costa del sufrimiento de la naciente clase obrera o proletaria, el cansancio, las excesivas y abusivas horas de trabajo, la alimentación precaria, nula higiene y por tanto el gravísimo aumento de las enfermedades en la clase trabajadora hace que los trabajadores se unan en defensa de sus intereses y de cambiar la forma en la cual les era totalmente adversa. Los tejedores ingleses se organizaban en cofradías o hermandades que reclamaban mejoras en las condiciones laborales, la primera forma de organizarse se le llamo societarismo, ya que el gobierno inglés prohibió cualquier tipo de asociación obrera, no quedo de otra más que iniciar el movimiento obrero en la clandestinidad.


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