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jueves, 26 de mayo de 2016

¡Eeeeehhh, puto!, …la sanción que viene


CARLOS MOTA



Si bien lo que trascendió el lunes tras la reunión de los dueños de los equipos de la Federación Mexicana de Fútbol (Femexfut) fue su decisión de modificar la regla por la que ahora se permitirá que haya más extranjeros en la Liga BBVA Bancomer, hubo otro tema fundamental en la mesa: las sanciones que impondrá la FIFA para terminar de una vez por todas con el grito homofóbico “¡eeeehh, puto!”, que tanto ha molestado a ciertos grupos.

Anteayer me decía el director general de una de las empresas más grandes de México: ¿entonces ya no podré ir al estadio a gritarle ‘chinga tu madre’ al árbitro? Se están extralimitando, acentuó, y se quejó amargamente del dominio tirano de todo lo que califica como 'políticamente correcto'.

Actualmente la FIFA analiza el proceso 'disciplinario' que derivará en alguna sanción. Ahí está el problema. Este organismo podría obligar a que los partidos de la Liga BBVA Bancomer y de la Selección Mexicana se jueguen con el estadio vacío, para aleccionar a la afición sobre la gravedad del insulto. En el fondo, el grito “¡eeeehh, puto!” constituye una acción masiva y coordinada con objeto de sobajar al jugador de un equipo rival. Por eso la FIFA quiere sancionarnos. No se trata de una simple expresión a pecho abierto de un aficionado ebrio en la tribuna. La FIFA ya sancionó en el pasado a equipos y federaciones en Bulgaria, Hungría, Kenia y Perú, obligándolos a jugar en estadios sin afición, y ahora, a través de su Sistema de Monitoreo Antidiscriminatorio, está más filosa que nunca, por lo que vendrá un castigo más severo a México, que rebasará la simple multa de 20 mil dólares que nos impuso en febrero pasado.

Pero el problema de fondo es, más allá de la sanción que podría venir, uno de soberanía y jurisdicciones. En México no estamos acostumbrados a que otras soberanías tengan jurisdicción sobre nuestros menesteres. No obstante, la globalización y la tecnología están borrando a velocidad inusitada las barreras por las que los estados nacionales pueden proteger sus jurisdicciones. En otra ocasión en el deporte hemos sufrido fuertes sanciones que provienen de afuera, como el penoso caso de los 'cachirules' que nos excluyó de la Copa del Mundo Italia 1990.

No obstante, en aquella ocasión la sanción se aplicó por una violación de registros deportivos. Ahora es diferente, porque la FIFA podría sancionar por algo que no tiene que ver con el deporte en sí mismo, sino con los espectadores.

¿Qué ocurrirá el día en que, si es exitosa, la FIFA logre erradicar el grito homofóbico de los estadios en México? ¿Aparecerá un meme tipo GIF que de manera silenciosa —pero masiva y grotesca— insulte en tiempo real a los jugadores rivales? ¿Quién lo controlará?

Twitter: @SOYCarlosMota


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