Importante, que policías se acerquen a la población: experto

México, DF. David Kennedy
, director de la asociación civil Red Nacional de Comunidades Seguras (National Network for Safe Communities), habló este lunes, durante su ponencia en el cuarto Foro Nacional Sumemos Causas por la Seguridad, Ciudadanos + Policías, efectuado en la ciudad de México, de la importancia de que los cuerpos policiacos hagan un esfuerzo por acercarse a la población, mediante programas de convivencia, juntas frecuentes en las que participen policías, jóvenes que no estudien ni trabajen y ciudadanos, a fin de que la población vea en sus policías una fuente de seguridad.
El abogado y capacitador de cuerpos policiacos, quien ha contribuido para que en los cinco años recientes disminuyeran hasta en un 60 por ciento los índices de violencia y homicidios dolosos en ciudades estadunidenses como Nueva York, Chicago y Los Ángeles, refirió que la policía es el eslabón más delgado en la cadena de procuración e impartición de justicia, ya que se les paga mal, se les estigmatiza socialmente como un profesionista corrupto y se minimiza la importancia de su función.
“Nos queda la idea de que las policías no pueden cambiar, que ser policía es igual a ser corrupto, pero yo aquí les digo que eso es falso, que se puede tener policías bien capacitadas y de alto nivel”, dijo Kennedy, al hablar en el foro organizado por la organización civil Causa en Común.
La importancia de que el ciudadano mantenga un contacto frecuente con sus cuerpos policiacos es toral, ya que de ello depende el hecho de que se mejore la confianza de la población en el trabajo de los policías.
“Hagamos del agente de la policía un aliado de la sociedad, un consejero de seguridad, un apoyo para el ciudadano, hagámoslo y verán como mejora la imagen del policía”, agregó.
Dijo que se trata de un modelo que ha funcionado en Estados Unidos, fundamentalmente porque el policía ha entendido que persiguiendo delincuentes y metiéndolos en prisión no soluciona el problema de la violencia, y que lo más eficaz ha sido involucrar a la sociedad y a los jóvenes (que muchas veces pertenecen a pandillas o a grupos criminales de bajo perfil) en programas de proximidad social en los que participen agentes de la policía.