Directorio

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lunes, 8 de junio de 2015

TEMA LIBRE

* Crisis política y elecciones
* Candidatos y bandidos
* Votar por el menos peor
Por I. León Montesinos



Las elecciones de este domingo serán el reflejo de la crisis y decadencia a que ha llegado nuestro sistema político donde los partidos hace mucho dejaron de representar los intereses de la sociedad para transformarse en franquicias de grupos, clanes y familias que han cerrado a piedra y lodo el acceso a nuevos liderazgos sociales.
Tal grado de descomposición lo comentamos hace unas semanas cuando referimos la guerra de filtraciones que por doquier estaban surgiendo en el escenario electoral y que hoy como nunca, fueron el pan de cada día en las campañas de todos los partidos; de hecho, no hubo uno sólo que se librara de saltar a la palestra con un pecado, mayor o menor, de alguno de sus candidatos o dirigentes. Las escasas propuestas que asomaron en el lodazal, fueron las de siempre, recicladas y sin el mínimo consenso social.
Preocupante que el sello distintivo de muchos de nuestros futuros gobernantes y representantes sociales, sea la corrupción y el tradicional tráfico de influencias. Increíble sin duda el grado de cinismo a que se ha llegado en infinidad de gobiernos municipales que en todo el país exhiben un insultante nepotismo que ha convertido el poder público en algo así como una grotesca realeza tercermundista donde enquistados personajes, auténticos caciques, ven como algo natural colocar en las nóminas públicas a sus familias enteras y heredar el poder a sus hijos o parientes cercanos.
Muchos de los nombres impresos en las boletas electorales son la muestra palpable de este fenómeno social que muestra el grado de analfabetismo político y electoral que priva en nuestro país, y que tiene en la pobreza y marginación de 62 millones de habitantes a su nicho natural de supervivencia. En pleno siglo XXI, el convencimiento a través de la dádiva, el otorgamiento de despensas y hasta la compra del voto, es un asunto de arraigo cultural tan apabullante que hasta las propias autoridades electorales aceptan su existencia y los partidos que durante buena parte del siglo pasado, en su rol de oposición criticaron hasta el cansancio este deleznable método de prostituir la democracia, ahora lo han adoptado como propio.
Las ideologías, aquí lo hemos también comentado, han sucumbido ante el insaciable apetito de poder de los actores políticos; un día están en un partido y al siguiente, cuando no son satisfechos sus intereses personales, se van a otro dejando cada vez más confundidos y atónitos a sus simpatizantes y a los propios electores. De igual forma la izquierda y la derecha se han coaligado sin pudor alguno, extraviando sus más elementales principios doctrinarios.
Ante la falta de nuevos cuadros políticos capaces de convencer a una hastiada sociedad, las dirigencias de los partidos han aceptado postular a personajes que ni siquiera están afiliados a sus siglas pero que les representan triunfos así como puestos seguros y bien pagados en la estructura burocrática de muchos gobiernos a los que apoyan más por conveniencia que por pleno convencimiento.
Del vodevil de filtraciones, la difundida hace unos días por El Universal, ilustra a la precisión lo anterior cuando Carlos Navarrete, líder nacional del PRD comenta a su equipo cercano: “Vamos a pasar el 2015 en algunas delegaciones, pero no veo en el 2018 ni personajes, ni un partido con capacidad de renovación para repetir la jefatura de gobierno 2018 a 2024; o nos la gana el PRI o nos la gana Morena, veo esa perspectiva”.
Desde su inobjetable y objetiva óptica, Navarrete asegura que su partido va en franco declive en el DF por las decisiones políticas de Mancera y eso provocaría que el PRD pierda la capital en 2018. Y sinceramente creemos que el líder del Sol Azteca no miente y, por el contrario, sus palabras ilustran este divorcio entre un partido supuestamente de izquierda que debería impulsar la aplicación de políticas sociales encaminadas a beneficiar a las clases menos favorecidas, con un gobernante que tiende a ir en el sentido contrario, argumentando su naturaleza apartidista.
El aumento al precio del boleto del Metro que en nada ha mejorado el servicio como se prometió a los millones de trabajadores que vieron mermados sus raquíticos ingresos familiares con esta medida y que a diario padecen su pésimo servicio, la aplicación del doble Hoy No Circula que ha atentado contra la economía de miles y miles de familia, la burla de desaparecer la tenencia vehicular para cambiarle el nombre por “refrendo”, la creciente inseguridad y el aumento al impuesto predial, así como la imposición de parquímetros y el abuso de “arañeros” y gruyeros que son obligados a cubrir una “cuota” diaria de multas sin importar el costo social, son parte de las justificadas razones de Navarrete para avizorar un panorama trágico al perredismo capitalino en el 2018, sin dejar de mencionar la demagógica promesa de Mancera, de elevar el salario mínimo, cuando el asunto responde a factores macroeconómico que salen de sus facultades administrativas.
Pero el asunto no es privativo del gobierno capitalino; hay muchos gobiernos estatales y municipales donde algunos perredistas, ven como buenos ojos medidas por demás lesivas a la economía de millones de mexicanos pobres como la privatización del agua. De un gobierno panista, de derecha y de corte empresarial, no debería llamarse a asombro, pero de uno de izquierda, el asunto cae en una absoluta incongruencia. Y ni qué decir de un priísmo que con las reformas estructurales aniquiló sus raíces nacionalistas. Ya ni a qué partido irle. Y de ideologías, mejor ni hablar.
Ante la falta de un cambio de timón en el modelo económico que realmente apoye a la pequeña y mediana industria y a los sectores productivos, dejando de acatar ciegamente los dictados de los organismos mundiales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que únicamente benefician a los intereses de las trasnacionales, tanto la izquierda como la derecha, han optado por la comodidad de adoptar las políticas asistencialistas que no resuelven de fondo el problema de la pobreza en el país, y que en cambio les proporcionan los mecanismos de control y manipulación social que se acentúan en tiempos electorales con la compra de voluntades a través de la entrega de despensas y hasta dinero en efectivo.
Es vergonzoso que en México las elecciones no se decidan por la libre voluntad y plena conciencia de los electores pues los ciudadanos que así lo hacen resultan una minoría contra los 62 millones de pobres que, de acuerdo al CONEVAL, están más preocupados en su diaria subsistencia que en entender los torcidos mecanismos de engaño al que recurren muchos partidos. En nuestro país, y hay que aceptarlo, se sigue votando no con la razón por delante sino por la agobiante necesidad y el hambre de la población mayoritaria. Y esto lo saben bien los perversos dirigentes partidistas que le apuestan a ganar elecciones con la cartera por delante más que con propuestas.
Pero además de estos males endémicos y contrasentidos políticos e ideológicos, el proceso electoral que culminará este domingo esta aderezado por otra circunstancia más grave como es la presencia del crimen organizado en el cobro de facturas y amenazas a muchos candidatos. La clase política que cómodamente echó mano a sus recursos ilícitos para financiar campañas y carreras políticas de oscuros personajes, ahora paga con sangre la costosa factura. El propio Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, Chong, reconoció la necesidad de proteger a muchos candidatos ubicados en zonas de alto riesgo, luego de que en marzo pasado apareciera decapitada la candidata perredista a Ahuacuotzingo, Guerrero, Aidé Nava González. A la fecha, son 21 los candidatos asesinados, de todos los partidos y en diversas partes del país, como ocurrió hace unos días en el municipio de Valle de Chalco con el también candidato a diputado federal del PRD por el Distrito 32, Miguel Ángel Luna Munguía, ejecutado en sus oficinas de campaña por un comando armado.
Por desgracia, en la mayoría de estos homicidios el hilo conductor es la relación de candidatos con diversos cárteles de la droga. Como referencia de lo ocurrido en Valle de Chalco, hace un año el diputado federal y ex alcalde, Ramón Montalvo Hernández, fue herido por un comando armado cuando el legislador circulaba en su vehículo por una de las avenidas de ese municipio. Montalvo vivió para contarla pero aunque decidió guardar el más absoluto sigilo de las causas de su atentado, fue el propio Jesús Zambrano, entonces líder nacional perredista, el que aseguró que el asunto no se trató de ninguna manera de un intento de robo, “iban por él porque cuando se bajó herido, de su vehículo, lo siguieron para dispararle a mansalva”.
Valga señalar además que como compañeros de fórmula del masacrado político, al ayuntamiento estaba el propio Montalvo quien, para variar, busca reelegirse en la alcaldía al haberle ganado la partida al alcalde saliente, Jesús Sánchez Isidoro, que hizo hasta la imposible porque su esposa Eloina Escobedo, lo relevara en el cargo. Sánchez Isidoro ahora busca ser diputado local por el PRD y es hermano del alcalde con licencia de Coacalco y ahora también aspirante a San Lázaro, David Sánchez Isidoro. En Valle de Chalco, Jesús Sánchez se hizo célebre por recomendar a sus subalternos pagar las extorsiones de los mafiosos para evitarse problemas y cuando visitaba las colonias más pobres, iba acompañado de un séquito de guaruras. Es en este municipio con una alta marginación social donde el cobro de piso afecta desde hace varios años a comerciantes y profesionistas, sin que la autoridad local mueva un dedo en su defensa.
Espero que luego de leer lo anterior, a la hora de ir a votar, estimado lector, opte por una opción que esté lo más apegada a propuestas que realmente le beneficien. Por fortuna, no todo está podrido en el escenario de las candidaturas. Reflexione su voto y si recibió alguna despensas u otra clase de dádivas, no olvide que a final de cuentas en su propio dinero, sus impuestos que regresan a usted bajo la dudosa etiqueta de la “buena voluntad” de los partidos.
Nuestro correo electrónico: garrasleo6@yahoo.com.mx





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