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viernes, 29 de mayo de 2015

TEMA LIBRE

* PAN Y PRD, preparan alianzas como en 2010
* Gobiernos coaligados, un rotundo fracaso
* Ortega y Madero se burlarán de electores
Por I. León Montesinos
* PAN Y PRD, preparan alianzas como en 2010
* Gobiernos coaligados, un rotundo fracaso
* Ortega y Madero se burlarán de electores
Por I. León Montesinos

En la recta final de los comicios del próximo siete de junio, cobra fuerza la versión de que las altas cúpulas del PRD y del PAN están por reeditar una nueva versión aliancista de los “amores perros” que les funcionaron en el 2010 cuando le arrebataron al PRI las gubernaturas de Sinaloa, Puebla y Oaxaca.
Sucede que de acuerdo a estimaciones de los sondeos, el PRI y el PAN mantienen cerrados empates en estados como San Luis Potosí y Colima, mientras que en otros como Michoacán, la lucha se ciñe al PRI y PRD. Gustavo Madero y Jesús Ortega se preguntan: ¿por qué no volver a repetir la antinatural simbiosis ideológica, si de ganar el poder se trata?
Todo está de maravilla para sus intereses personales y partidistas, pero ¿y qué hay con los electores? ¿Acaso no cuenta su punto de vista? ¿Son un cero a la izquierda cuando de pactar lodosos acuerdos se trata? Y nos preguntamos: ¿Para qué tanto bombardeo de mensajes subliminales con los costosísimos spots si ahora todo lo prometido, al menos en teoría, lo arrojan al caño de las anticipadas promesas incumplidas?
Recordemos que en el 2010, siendo presidente del PAN, el ratoncito alienígena –transformado en canguro por aquello de ser una rata gigante--, César Nava, y el Chucho Mayor, Jesús Ortega, líder del PRD, se acordó pactar la alianza con otros partiditos “rémoras” como Convergencia cuyo dirigente era el ahora candidato de Movimiento Ciudadano al puerto de Acapulco, Luis Walton; y Jorge Kahwagi Macari, líder del PANAL, todavía controlado por la maestra Elba Esther Gordillo, quien aprovechando la disponibilidad en el batidillo de siglas, impulsó la candidatura del hoy Führer de Puebla, y aspirante presidencial al 2018, Rafael Moreno Valle.
Para el PRI fue un duro golpe perder en estados que históricamente fueron sus bastiones y que hubiera conservado de no haberse producido la estrategia de coalición que llevó al poder a dos tránsfugas de sus filas como Mario López Valdés y Gabino Cué. No está de más recordar que el daño hubiera sido mayor si el asunto hubiera tenido éxito en estados como Durango e Hidalgo donde el experimento aliancista abortó por la anticipada lucha interna de los partidos coaligados.
Ahora los dirigentes del PRD y en PAN sienten que pueden asestarle un duro golpe al PRI, pero insistimos, ¿en benefició de quién? ¿De los electores? Lo dudamos y repasemos por qué:
En Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo ha terminado por ejercer un gobierno sin Dios y sin Ley, que ha sumido al estado en un letargo económico sobre todo por los daños ocasionados por los eternizados plantones del magisterio a la ciudad de Oaxaca, la Verde Antequera que vive primordialmente del turismo.
A sus aliados perredistas, Cué Monteagudo no sólo los ha reprimido sino que los ha marginado de muchos de los cargos públicos prometidos durante los acuerdos de la alianza; es decir, no les cumplió y con ello se llevó entre las patas de los caballos a infinidad de municipios perredistas que ahora están peor que cuando gobernaba el desquiciado Ulises Ruiz. De ése tamaño las cosas en la tierra del Benemérito. Y ni que decir de los panistas que además de ser borrados del tinglado del poder público, igualmente han sufrido constantes acosos políticos de su antes candidato. Si en estos momentos Madero y Ortega le preguntaran a los oaxaqueños su deseo por volver a apoyar una alianza como la del 2010, seguramente que regresarían con el equipaje cargado no de tlayudas sino de recordatorios familiares.
Pero veamos lo que sucedió en Sinaloa con el famoso Mario López Valdés MALOVA, cuya llegada al poder creó un sinfín de expectativas en la cuna de famosos narcos como el Chapo Guzmán; la tierra de los siete ríos no abandonó su tétrico escenario mortuorio y violento; tanto panistas como perredistas saben que nunca pudieron probar las mieles del poder pues desde el inicio de su gobierno al desmemoriado MALOVA se le olvido incluirlos en su gabinete, para después entronizado en el cargo, arremeter en su contra como lo han denunciado en los últimos años líderes sociales del PRD que constataron que salió peor el remedio que la enfermedad, y que al igual que los panistas nunca fueron tomados en cuenta, ya no digamos en la integración del gabinete estatal sino en el diseño de las más elementales políticas sociales. Aquí como en Oaxaca, la población fue la que salió perdiendo con un gobernador surgido de una alianza partidista que se rodeo, para morirse de risa, ¡de puros priístas de la peor estofa¡
Y ya ni qué hablar del caso de Puebla donde los dirigentes del PRD y del PAN se han convertido en algo así como lacayos del Gober Bala que se encuentra obstinado en llegar a Los Pinos en el 2018, bajo un esquema muy similar al que le permitió derrotar al PRI en el 2010. Y si por si acaso alguien tiene duda de que el mandatario poblado ha convertido en sus “chalanes” a altos personajes del Sol Azteca, que le pregunten al actual presidente del Senado, Miguel Barbosa Huerta, cuyas incondicionales en aquel estado sirven de tapete a las decisiones políticas del intolerante y represor mandatario, con el visto bueno del líder senatorial.
Al inicio del gobierno de Moreno Valle, fue el propio Barbosa quien reconoció que su partido estaba decepcionado de la administración estatal por la errónea conformación del gabinete y la marginación que padecían militantes de la tercera edad, madres solteras y discapacitados para recibir apoyos de programas sociales a pesar de que ese grupo social apoyó incondicionalmente al entonces candidato de chile, dulce y manteca.
Pero conforme avanzó el tiempo, a través de dávidas y prebendas los ánimos belicistas de líderes del PRD como el hoy senador, terminaron por transformarse en adulación e ignominioso apoyo a un político que se ha caracterizado por reprimir a infinidad de líderes sociales, entre ellos cientos de militantes perredistas que también saben de lo contraproducente que ha resultado apoyar a un personaje que ha bañado en sangre a Puebla y que le han valido, el mote que ni mandado a hacer de: “El Gober Bala”.
Indudable que el común denominador que hoy priva en estos tres estados, es la agudización de los problemas sociales, la miseria y la marginación de miles y miles de sus habitantes, sin dejar de mencionar el desprecio y la represión a sus antes aliados, lo que ha venido a demostrar de manera inobjetable que las alianzas no benefician a los electores que de buena fe contribuyen a su éxito, como tampoco a las estructuras y bases partidistas que las impulsan y apoyan con su estructura. Son únicamente las altas cúpulas partidistas las que sacan ventaja en la obtención y ejercicio del poder, por el poder mismo.
¿Se repetirá la historia este siete de junio? ¿Millones de mexicanos votarán por lo que consideran una opción válida para ser timados por las cúpulas partidistas, dándoles gato por liebre, o mejor dicho, azul por amarillo o viceversa? ¿Tendrán al menos estos partidos la vergüenza de informarle a los electores el cambio de oferta política por la pirata que resultará de estas alianzas?
La trama de esta sublimada ambición de poder que puede resultar en verdadera tragedia, es ver si también a nivel municipal intentarán estas alianzas convenencieras, porque entonces si los cabildos se convertirán en una ensalada de locos y los gobiernos municipales en ayuntamientos sin pies ni cabeza. E insistimos: ¿qué culpa tienen los ciudadanos y las políticas públicas de las desbocadas ansias de poder de los dirigentes partidistas? ¿A qué camposanto deberemos acudir los mexicanos para enterrar y llevarle flores a las fallecidas ideologías políticas?
Si se tratara de alianzas ciudadanas con candidatos realmente independientes como los que están desplazando a los nefastos “políticos profesionales” en España, valdría la pena hasta ponerse de pie, pero con el perfil de quienes buscan llegar a las gubernaturas en disputa, la reedición de los “amores perros” del 2010, está más que asegurada.
Los pobres resultados de las candidaturas coaligadas a están a la vista, por si Madero o Jesús “Santa Anna” Ortega, los quieren cotejar de cara a sus simpatizantes y a los electores que buscan convencer y ahora engatusar.
México no se merece acuerdos de tal bajeza que lejos de fortalecer a nuestra incipiente democracia terminan por subastarla como devaluada mercancía en la plaza pública por fariseos de baja estofa, disfrazados de dirigentes políticos. ¿No cree usted, amigo lector?
Nuestro correo electrónico: garrasleo6@yahoo.com.mx








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