Antes de cerrar su penúltimo periodo ordinario, los diputados locales avalaron ese cambio al artículo 2.14 del Código Civil del Estado de México, a propuesta del Ejecutivo estatal, ya que anteriormente se preestablecía el orden de los apellidos: primero el del padre y después el de la madre, sin garantizar el derecho al nombre de los hijos, ni la igualdad entre hombres y mujeres.
Los diputados locales consideraron que esa reforma ayudará a garantizar el principio de igualdad de género, como un concepto de justicia material o efectiva, y a garantizar las mismas oportunidades a hombres y mujeres, sin que los estereotipos sociales y culturales impidan el ejercicio de sus derechos.
Primero en comisiones, y después en el pleno, las diferentes bancadas avalaron el ajuste y advirtieron la importancia del nombre que es la forma de identificación de las personas para entablar relaciones entre ellas, y a partir de ahí construir diversas interacciones interpersonales, además de destacar que la posibilidad de decidir el orden de los apellidos es parte de una nueva visión y del reconocimiento a la autonomía de las personas.
"Coincidimos en la pertinencia de modificar el artículo 2.14 del Código Civil del Estado de México, pues no garantiza adecuadamente el derecho al nombre de los hijos y con ello el interés superior del niño o niña, que debe armonizarse con la igualdad entre la mujer y el hombre en la familia".
"Afirmamos también que el establecer un orden predeterminado refuerza un estereotipo de género que demerita el acceso de las mujeres al derecho a participar en igualdad de condiciones en la conformación del ámbito familiar, el cual está garantizado en la Constitución mexicana, la Constitución del Estado de México y diversos instrumentos internacionales", señala el dictamen.(
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