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lunes, 11 de mayo de 2015

No hay Fidelidad de electores … a ninguno de los 3 partidos mayoritarios

De los 300 distritos en que está dividido el país, sólo 9 saben lo que es la verdadera alternancia, pues allí las tres principales fuerzas han ganado en distintos momentos

México.- Durante las últimas tres elecciones federales para renovar a los integrantes de la Cámara de Diputados, tan sólo nueve distritos electorales de los 300 existentes han sido representados por tres partidos distintos; la mayoría han tenido poca o nula alternancia política.
Un ejemplo de rotación de partidos políticos es el distrito 2 de Zacatecas, donde los resultados de los comicios 2006 dieron por ganador al diputado federal del PAN; en 2009 al del PRD, y en 2012 al del PRI, quien actualmente ostenta la representación.
Según las estadísticas del Atlas del Instituto Nacional Electoral (INE), además de Zacatecas, de los otros territorios con mayor alternancia partidista, cuatro pertenecen a Chiapas (los distritos 3,6,7 y 11), dos a Morelos (distritos 1 y 2), uno a Quintana Roo (distrito 3) y otro a Veracruz (distrito 11).
Expertos consultados coinciden que en México no se puede hablar de una alternancia generalizada porque todavía existen variados distritos e incluso entidades completas en los que un solo partido se ha llevado en la última década “el carro completo”, como el PRI en Campeche.
Señalan que tampoco se puede definir “una regla única ni una tendencia clara” para lograr la alternancia, particularmente en elecciones de diputados federales por mayoría relativa; sin embargo sí ven algunos factores.
Francisco Guerrero Aguirre, exconsejero electoral y profesor investigador de la Universidad Anáhuac, indicó que hay tres elementos que determinan la prevalencia o no de un partido político en el gobierno o cargo de elección popular.
“El primero es la calidad del gobierno a nivel estatal, municipal y, por supuesto, a nivel federal; eso impacta en la manera en que los votantes escogen sus alternativas.
“El segundo es que el hecho de que en muchas ocasiones presidentes municipales saltan a ser diputados federales. Obviamente ya son personas que tienen estrategias, contactos y han creado bolsas de voto duro más fuertes.
“El tercero —y quizá el más relevante de todos— es el tema de los candidatos. El hecho de que un candidato sea conocido en la comunidad, a nivel local, tiene un gran impacto. Los partidos normalmente arman sus estrategias, sus burbujas, sus grupos de notables a través de diputados ‘pluris’, pero en el caso de los distritos ahí sí recurren a líderes sindicales, a miembros importantes de la sociedad donde el prestigio es muy importante.
“Yo voy viendo conforme va pasando el tiempo que prevalece más la calidad de los candidatos por encima de otros factores”, explicó.
Las estadísticas también muestran que un tercio de los 300 distritos —poco más de 90— han mantenido sus curules con el mismo bloque político durante las elecciones de 2006, 2009 y 2012.
En el Distrito Federal, por ejemplo, prevalece la hegemonía del sol azteca. Cuando menos desde 2006 a la fecha 18 distritos de los 27 existentes en la demarcación mantienen representación de un legislador federal del PRD.
Guanajuato, Hidalgo, Durango y Sinaloa son otras de las entidades en donde el PRI, PAN o PRD no han perdido lugares durante tres elecciones en ciertos distritos.
Alrededor de 200 distritos han cambiado de partido cuando menos en una justa electoral, aun cuando se creían bastiones perennes de una fuerza política.
Un caso es Baja California que entre sus ocho distritos un candidato del Acción Nacional fue elegido ganador en 2006 y 2009, mientras en 2012 perdió ante el Revolucionario Institucional siete del total de lugares.
“No se puede hablar de una alternancia generalizada en todo el país porque cada zona de la República lo va haciendo de forma diferenciada, por ejemplo, hay varias entidades como Sonora, Chihuahua, Nuevo León, que han vivido una alternancia y una política muy intensa.
“Hay estados que tienen todo lo contrario, me refiero al caso de la Ciudad de México donde el PRD ha tenido virtualmente el carro completo desde 1997; hay zonas también que tienen bolsas de voto duro muy fuertes, como Campeche, Hidalgo. Esto va dependiendo a cada zona del país y del desarrollo de la cultura política de la gente”, señaló el académico de la Anáhuac.

EXPERTOS: YA NO HAY BASTIONES IMBATIBLES
Javier Aparicio y Francisco Guerrero afirman que los partidos ya no pueden confiar en la eterna fidelidad de sus simpatizantes
Actualmente el partido con más bastiones electorales a escala nacional es el PRI, seguido por el PAN y en tercer lugar el PRD; para las próximas elecciones del 7 de junio el panorama no augura un mayor cambio.
Sin embargo, para Francisco Guerrero el país presenta cada vez mayor alternancia en las entidades federativas, puesto que entre 60 y 70% de los estados y sus distritos han optado por un partido alterno.
Javier Aparicio, profesor investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas, califica de “distritos paradigmáticos” a aquellos puntos que parecían bastión de determinada fuerza política, pero que hoy han entrado al terreno reñido en las urnas.
Por ejemplo, en 2012 Acción Nacional perdió ante el PRD del DF el Distrito 10 (Miguel Hidalgo), y estuvo a 181 votos de perder el bastión que le quedaba contra el mismo, el Distrito 15 (Benito Juárez).
Otro ejemplo es Guanajuato, que durante los comicios de 2006 y 2009 el PAN conservó de manera intacta los 14 distritos que lo conforman; sin embargo, en 2012 perdió el 50% de ellos. El PRI en coalición con el PVEM le arrebató el Distrito 6 (León) apenas con 726 votos de diferencia; mientras el Distrito 3 (León) pudo conservarlo con 332 votos contra el PRI.
Los investigadores Francisco Guerrero y Javier Aparicio señalan que los diputados elegidos en las urnas son, quizá, los menos conocidos por los votantes en los comicios electorales frente a los aspirantes a gobernadores y alcaldes, y que en realidad llegan a votar por un partido político.
“Son esquemas de alternancia muy casuísticos, dependiendo del candidato, la gestión del gobernador, del presidente municipal pero, la verdad es que la gente no hace una evaluación por la actuación de diputados federales.
“La gente —por desgracia— ni siquiera conoce bien quién es su diputado federal, tiende más bien a votar por el partido y si eventualmente hay un candidato conocido, como Cuauhtémoc Blanco o El Bronco, en candidatos que son muy populares puede ser que generen algunos esquemas de alternancia, pero en otros casos son las maquinarias electorales de los tres partidos los que determinan el resultado”, señaló el exconsejero electoral.
El profesor del CIDE opina que “quizá una mala gestión de un alcalde le puede costar el triunfo al diputado, pues el visible a nivel de municipios son los alcaldes”.
Entre otros factores, los distritos cambian de partidos cuando existe alternancia a nivel municipal, estatal e incluso federal; sin embargo, “no es una realidad única sino diferenciada”.
Estado de México
“Hay zonas, por ejemplo, que a pesar de que no habido alternancia en el poder Ejecutivo han cambiado las preferencias como es el caso del Estado de México; en el Estado de México hemos tenido periodos totalmente tripartidistas, ha habido momentos donde el PRI ha recuperado, momentos como la famosa ‘Avenida Azul’, donde habían muchos alcaldes del PAN, pero luego eso cambió a zonas del PRD”, dijo Guerrero Aguirre.

Aun cuando los “partidos chicos” tienen una presencia minorista en los distritos, casi nula, las coaliciones son factores que propician el cambio.


En estas elecciones, por ejemplo, el partido Movimiento Ciudadano reclutó a expanistas en diversos estados donde no tienen presencia, como Yucatán y Nuevo León. Un caso es el del exdirigente nacional del PAN, Manuel Espino.
“Movimiento Ciudadano está ofreciendo candidaturas a panistas desdeñados. Se puede fragmentar el voto del PAN… Puede haber sorpresas este año, hay partidos nuevos y los tradicionales algunos no están haciendo coalición o están haciendo estrategias raras”, señaló el académico Javier Aparicio.

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