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miércoles, 13 de mayo de 2015

Los cárteles en México crecen y suman más poder por la corrupción

La guerra contra el narcotráfico que actualmente se libra en México es un ejemplo de la batalla que en los próximos años podrían enfrentar países de otras regiones del mundo, como África, en donde la falta de oportunidades de desarrollo, la debilidad de las instituciones y la corrupción en todas las esferas obliga a los ciudadanos a formar parte de las filas del crimen organizado.

Expertos advirtieron que no hay un verdadero censo de los grupos criminales y de las actividades lucrativas a las que se dedican, y en parte es por la corrupción que hay en las policías. “Sin corrupción los carteles no pueden crecer y tomar tanto poder, alguien tiene conocimiento sobre hasta qué punto llega esto”.

Eso lo dicen, en entrevista, especialistas del International Crisis Group –una Organización No Gubernamental (ONG) y sin fines de lucro que busca ayudar en la prevención y solución de conflictos en más de 50 países–. Plantearon que en este momento ni el Gobierno mexicano conoce bien el mapa de la delincuencia organizada en el país, lo que representa un grave problema para poder implementar una estrategia contra los cárteles del narcotráfico y todos los delitos que administran.

“México representa probablemente el tipo de conflictos que el mundo va a tener mañana. Es un primer caso muy grande donde un Estado no logra controlar el orden público y donde hay grupos criminales que lo reemplazan o lo sustituyen parcialmente; ésta no llega a ser una guerra, un conflicto armado como el de Colombia, pero que produce una altísima cantidad de muertos. México es un poco la guerra de mañana para muchos países en África Occidental o de Asia Central”, expresó Javier Ciurlizza, director para América Latina y el Caribe de International Crisis Group.
A pesar de ello, consideró el experto, es muy poco lo que se conoce a nivel internacional sobre la crisis tanto humanitaria como de seguridad que enfrenta el país, pues generalmente se habla más del problema migrante que de otros elementos que afectan a sus ciudadanos.

“Hay cosas muy genéricas que no permiten a los externos conocer cuál es el verdadero problema, por eso nuestro rol es informar esas complejidades, es una violencia que no se puede reducir a una explicación”, planteó Ciurlizza.

Un ejemplo de que a nivel internacional no se ha dimensionado de manera apropiada la crisis mexicana, es el hecho de que salvo el tema de la migración, el resto de los problemas del país no figuran en la agenda internacional e, incluso, las reformas económicas promovidas por el Presidente Enrique Peña Nieto no fueron reconocidas en todo del mundo, destacó la directora para el programa México América Central, Mary Speck.

“Son muy pocas las agencias internacionales que se han dado cuenta del problema: la Oficina de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Cruz Roja Internacional han visto lo que pasa en el norte de México y en Guerrero, pero cuando tú vas y le cuentas a un empresario que en México hay un problema humanitario, le cuesta trabajo creer que en un país que es miembro de la OCDE [Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos] pueda tener ese tipo de problemas, y su respuesta es que todos los países tiene problemas y delincuencia”, dijo Ciurlizza.

Por el momento, el investigador descartó la necesidad de una intervención internacional tipo Haití –durante una crisis de Estado–, ya que a pesar de los distintos frentes abiertos, las autoridades tienen la capacidad para solucionar los problemas, “pero muchas veces es falta de voluntad y trabas que vienen de tiempo atrás”.


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