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lunes, 11 de mayo de 2015

Burlan la ley con alianzas de facto e insólitas

Sonora y Michoacán son los estados clave, pero hay ligas inéditas entre PRD-PAN o PAN-PT en Jalisco, México, Acapulco y Los Cabos

México.-
Con la premisa de que en política todo se vale, incluso lo que está prohibido, con tal de mantenerse en el poder o quitárselo al adversario, varios partidos políticos y sus candidatos trabajan en algunas plazas municipales y estatales en lo que la ley ya desechó: las alianzas de facto, la unión del agua y el aceite, de frente a las votaciones federales intermedias del primer domingo de junio.

El tiempo apremia. Quedan cuatro semanas para llegar a la jornada electoral y eso lo saben los contendientes. También conocen con suficiencia que del mapa que quede tras estas elecciones dependerá, y mucho, el siguiente escalón en pos de Los Pinos: las gubernaturas de 2016.

Además de las gubernaturas de Michoacán y Sonora, perredistas y panistas han establecido una suerte de coalición tácita en pro de distritos y municipios clave, como en Los Cabos y Acapulco, y algunos de Jalisco, y con el Partido del Trabajo, Acción Nacional va por Tlanepantla, Atizapán y Naucalpan, en el Estado de México.

La versión de los contrincantes sobre este tipo de ligas inéditas no puede dejar lugar a dudas.

Según el PRI, a través de su secretario de Acción Electoral, Arturo Zamora, sólo priva el pragmatismo de perredistas y panistas para protegerse mutuamente, conservar privilegios de sus dirigencias a nivel local, tapar presuntas irregularidades o de plano corruptelas de los que ahora detentan el mando en ciertas entidades, soslayando el interés general de la población.

Este tipo de cosas, las alianzas de facto, “también influyen en el descrédito de la ciudadanía a la clase política —consigna aExcélsior Zamora Jiménez—, por eso nosotros nos hemos mantenido en la legalidad, los principios, y hemos cuidado mucho no perder de vista que lo más importante como partido político es el beneficio de los demás”.

En el caso de Acción Nacional, el coordinador Jurídico del Comité Ejecutivo Nacional, Eduardo Aguilar Sierra, confía a este diario que si bien no hay alianza alguna con otros institutos partidarios en las elecciones federales, sí las hay a nivel local en algunos estados y municipios de Jalisco, Estado de México, Michoacán y Sonora. La razón es sencilla.

“Hay que entender el lado político de las cosas”, refiere. “Esto implica tener a los mejores ciudadanos en los cargos públicos. Es el verdadero ejercicio que tenemos que cuidar, que sean confiables y que tengan buenos atributos, eso por supuesto es válido. La idea es, pues, tener a los mejores gobernantes”.

En el Partido de la Revolución Democrática, Luis Arias Pallares, responsable de la secretaría de Planeación, asevera que sin duda muchas de las causas de la izquierda en general y del perredismo en particular las están tomando otras instancias partidistas para llevar votos a sus alforjas.

El también diputado federal del sol azteca evoca que en la historia del PRD muchos priistas han encontrado cobijo cuando sus directivos no los dejaban ascender. Ahora es el caso de militantes panistas que retoman las banderas de la izquierda para buscar refugio y triunfar en algunas instancias locales.

“Hoy —desliza Arias Pallares—, con otra perspectiva hay muchos panistas que ven en el PRD una opción. Hoy el PAN pretende capitalizar todas las banderas históricas de la izquierda, como el caso del salario mínimo o el mayor ingreso de las familias”.
Y en esto de las alianzas de facto, dos casos llaman poderosamente la atención a partidos, politólogos y expertos, aunque no son los únicos: los de Sonora y Michoacán.

Ahí la química electoral y el intercambio de cartas debajo de la mesa han funcionado para la simbiosis real o aparente entre el PAN y el PRD, con el claro objetivo de que Javier Gándara y Silvano Aureoles lleguen a los respectivos palacios de gobierno. Pero de ninguna manera el PRI.

Michoacán, en la disputa

Frente a un electorado harto de descrédito, desconfianza, atosigado, aturdido y atemorizado por la violencia y el crimen organizado, y posiciones relativamente cerradas según las encuestas entre el candidato perredista a la gubernatura local, Aureoles Conejo; el abanderado del Partido Revolucionario Institucional, Ascensión Orihuela, así como la panista Luisa María Calderón Hinojosa, las elecciones michoacanas se tornan en un laboratorio hacia futuro.

El perredismo ya se siente triunfador de la gubernatura, pero trata de maniobrar para llevarse el carro completo en la entidad. Por ello, informa Luis Arias, el Comité Nacional del PRD ya autorizó que en nueve municipios michoacanos en donde está fuerte el panista Marko Cortés, y que presuntamente ha tenido alejamiento de la abanderada oficial de su partido, vayan en candidaturas comunes, no en alianzas.

Sin embargo, este último rechaza que haya diferencia alguna con su candidata Cocoa Calderón o que se esté alejando de las filas blanquiazules, y explica que en esos ayuntamientos existen estas candidaturas “autorizadas por los comités estatales y nacionales” del PAN y del PRD. Incluso, pone el caso del municipio de Tancítaro, en donde “ahí vamos hasta con el PRI juntos, por razones de seguridad. Tenemos una planilla única”, la cual encabeza, por cierto, Arturo Olivera Gutiérrez.

Según el PAN, en los municipios de Jiménez, Tzitzio, Sahuayo, Los Reyes, Quiroga y Huiramba, ese instituto político encabeza las candidaturas comunes y logró “un entendimiento saludable entre las fuerzas políticas que permitió llegar a un acuerdo para un proyecto de gobierno”.

En el mismo Michoacán, en el municipio de Jiménez, los panistas van en alianza con el PVEM; en Tzitzio van PAN-PRD; en Sahuayo PAN-Movimiento Ciudadano; en Los Reyes PAN-PRD-Nueva Alianza-Encuentro Social y Humanista; en Quiroga PAN-Humanista y en Huiramba PAN-PRD.

Por su lado, los perredistas indicaron que su partido irá en candidatura común con el PAN también en los ayuntamientos de Nahuatzen, Angangueo y Nocupétaro.

Desde Sonora para el país

En el tema Sonora, no obstante que lo prohibía una determinación expresa del Congreso Nacional y del Consejo Nacional, máximas instancias del Partido de la Revolución Democrática, sus representantes en la entidad, encabezados por José Guadalupe Curiel, se plegaron desde finales del año pasado a los colores blanquiazules y a su candidato a la gubernatura, Javier Gándara Magaña, lo que ocasionó una severa escisión en el perredismo a nivel local.

Los perredistas habían trabajado con el Partido del Trabajo en pro de la candidatura común para la senadora Ana Gabriela Guevara en pos de la gubernatura sonorense, pero incluso esta posibilidad se les ha cancelado, luego de un resolutivo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Y es que Curiel López interpuso una queja que ganó ante esta instancia electoral luego de que el CEN del PRD le canceló sus derechos como militante de este instituto político y también le había quitado el cargo de secretario general del partido en esa entidad.

De acuerdo con la vicecoordinadora del PRD en el Senado, Dolores Padierna, y Luis Arias, no hay duda de que el TEPJF actuó por consigna, en este caso en favor del PAN y de las actuales autoridades sonorenses, lideradas por el gobernador Guillermo Padrés, para “favorecer” a Curiel, pero en los hechos para erosionar de raíz la alianza de facto PT-PRD en pos de Guevara y favorecer al panista Gándara.

En este momento, Curiel y presuntamente “40 mil seguidores”, favorecen la alianza con los panistas, mientras que los perredistas siguen luchando en las instancias jurisdiccionales e interpusieron una prueba superveniente ante el TEPJF, en el sentido de que a Curiel no se le puede restituir como secretario general del perredismo en Sonora, por la simple y sencilla razón “de que ya no es perredista”, afirma Arias Pallares.

En otros casos no menos importantes, este 2 de mayo y encabezados por el propio presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, miles de simpatizantes blanquiazules encabezaron tres mítines en los municipios de Tlalnepantla, Atizapán y Naucalpan, otrora integrantes del llamado “cinturón azul” —junto a Ecatepec— que pretenden recuperar en las urnas el 7 de junio, pero ahora en alianza ni más ni menos que con el Partido del Trabajo.

Los operadores políticos panistas y perredistas siguen moviéndose en otras plazas como Acapulco, Mérida, La Paz, San Luis Potosí y Querétaro. Se reúnen con liderazgos locales, prometen, asumen compromisos, en algunos casos simplemente dicen, pregonan, ordenan “todos contra el PRI”.

Aunque la reforma política que se estrena en las elecciones lo prohíbe, los partidos tienen como antecedente
—cuando la norma lo permitía— que sí se puede llegar a gubernaturas aliados como en los casos de Sinaloa, Oaxaca o Puebla, en 2010.
Ahora, por qué no, pudieran tener en la mira Baja California, Veracruz, Durango o Tamaulipas, en 2016, pero hoy bajo la premisa de que lo que está prohibido está permitido.

¿Qué dice el Cofipe sobre coaliciones?

Artículo 95

1. Los partidos políticos nacionales podrán formar coaliciones para las elecciones de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, así como de senadores y de diputados por el principio de mayoría relativa.
2. Los partidos políticos no podrán postular candidatos propios donde ya hubiere candidatos de la coalición de la que ellos formen parte.
3. Ningún partido político podrá registrar como candidato propio a quien ya haya sido registrado como candidato por alguna coalición.
4. Ninguna coalición podrá postular como candidato de la coalición a quien ya haya sido registrado como candidato por algún partido político.
5. Ningún partido político podrá registrar a un candidato de otro partido político. No se aplicará esta prohibición en los casos en que exista coalición en los términos del presente capítulo.
6. Los partidos políticos que se coliguen, para participar en las elecciones, deberán celebrar y registrar el convenio correspondiente en los términos del presente capítulo.
7. El convenio de coalición podrá celebrarse por dos o más partidos políticos; podrán participar en la coalición una o más agrupaciones políticas nacionales.
8. Concluida la etapa de resultados y de declaraciones de validez de las elecciones de senadores y diputados, terminará automáticamente la coalición por la que se hayan postulado candidatos, en cuyo caso los candidatos a senadores o diputados de la coalición que resultaren electos quedarán comprendidos en el partido político o grupo parlamentario que se haya señalado en el convenio de coalición.
9. Independientemente del tipo de elección, convenio y términos que en el mismo adopten los partidos coligados, cada uno de ellos aparecerá con su propio emblema en la boleta electoral, según la elección de que se trate; los votos se sumarán para el candidato de la coalición y contarán para cada uno de los partidos políticos para todos los efectos establecidos en este Código.
10. En todo caso, cada uno de los partidos coligados deberá registrar listas propias de candidatos a diputados por el principio de representación proporcional y su propia lista de candidatos a senadores por el mismo principio.
11. Las coaliciones deberán ser uniformes. Ningún partido político podrá participar en más de una coalición y éstas no podrán ser diferentes, en lo que hace a los partidos que las integran, por tipo de elección.
Estrategia

El PRD autorizó que en nueve municipios michoacanos en donde está fuerte el panista Marko Cortés, vayan en candidaturas comunes, no en alianzas.

Promesas
Operadores del PAN y PRD se mueven en plazas como Acapulco, Mérida y La Paz, se reúnen con liderazgos locales, prometiendo y asumiendo compromisos.

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