Ésa es la advertencia de Patricia Olamendi Torres, ex subsecretaria de Temas Globales en la cancillería, consultora internacional en materia de género y exdirectora de la primera instancia de atención a la mujer que hubo en la capital del país en el gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas.
“Tenemos que cuidar que no exista esa violencia mediante la idea de que si participan en política se van a desprestigiar, ni significa que se haga algo indebido o que se corre el riesgo de que el prestgio se va deteriorar”, expone la también ex diputada federal.
Destacada impulsora de la agenda de género en el terreno de la impartición de justicia y los derechos humanos, la también exsubprocuradora para la Atención a Víctimas del Delito en el DF alerta que la confrontación, el abuso, el hostigamiento hacia las mujeres son situaciones que afectan su participación en la vida pública.
“Evitar diferentes formas de violencia institucionales a través de posiciones de confrontación, de abuso, de hostigamiento, sin duda alguna, es fundamental. También debemos llamar a la ciudadanía para hacer conciencia de que tanto derecho hay de los hombres de participar como de las mujeres, que se reconozca que esta participación femenina no ha sido la constante, y en el caso de los partidos políticos que eviten cualquier plataforma o anuncio que denigre a las mujeres o las coloque en una situación de humillación”, sostiene.
En entrevista con Excélsior puntualiza: “Esto significa cuidar mucho la boca, porque de momento se dan expresiones que lo único que hacen es colocar a las mujeres en una posición denigrante. Por eso es importante que en las campañas políticas, el lenguaje sea cuidadoso, porque se trata de un arma que puede destruir trayectorias”.
Advierte que el generalizado “¡pinche vieja!” con el que se suele señalar a las candidatas es parte de esa violencia.
“Es tan común y tan parte de la forma de conducirse en referencia a las mujeres, que se nos ha hecho muy cotidiano y ya parte del lenguaje”.
Trabajar contra la desigualdad
Postulada por el partido Nueva Alianza en la lista plurinominal de los candidatos a la Asamblea Legislativa del DF, Olamendi Torres considera que la aplicación de la paridad en las próximas elecciones “es un cambio cualitativo, porque se genera una obligación constitucional”, que seguramente se reflejará en una mayor presencia de las mujeres en la vida política.
Confía en que la búsqueda de las mujeres por parte de los partidos para cubrir el compromiso de que la mitad de los candidatos sean mujeres, también se traducirá en transformaciones cualitativas de gran significado para la democracia mexicana.
“Esta presencia de 50% en los cargos de elección cambia la calidad de la participación, y el que esta calidad se refleje en propuestas a favor de la igualdad, de la no discriminación, de mejorar la calidad de vida de las mujeres, va a depender de que las mujeres nos capacitemos”, expone.
Subraya que el trabajo legislativo es un espacio para formular políticas públicas y colocar el dinero de manera que éste reduzcan las condiciones de desigualdad.
“Las mujeres en México estamos trabajando fuera de casa. Pero en el interior de la casa seguimos siendo las responsables del cuidado del hogar, de los hijos, del cuidado de los enfermos, de las personas con alguna discapacidad. Y de esa manera le ahorramos al país, en promedio, 14 % del PIB. Es una cifra impresionante que se traducen en billones de pesos.
“Necesitamos construir espacios para las tareas de cuidado mediante la asignación del presupuesto en acciones que constituyan un cambio cualitativo en la vida de todas las mujeres en México”, propone.
“La ventaja en México es que hay una historia de construcción conjunta de mujeres de todos los partidos cuando se toman decisiones de cambiar las cosas”, enfatiza.
Trayectoria
Integrante el Grupo de Trabajo sobre Discriminación contra la Mujer en la ONU.
Coordinadora del Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento para la Implementación de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer de la OEA.
Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Diputada Federal en la LIV Legislatura.
Subprocuradora para la Atención a Víctimas del Delito en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.
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