México, D. F.- Antes de imponer una cruz dibujada con ceniza en la frente de los feligreses católicos, el cardenal Norberto Rivera Carrera les pidió no acostumbrarse a vivir con odio y egoísmo, para no fomentar la violencia que impera en el país.
Podríamos decir que esta actitud interior, nos ayudará también a poner mejor de relieve cuál debe ser la respuesta cristiana a la violencia que amenaza la paz de nuestra gran ciudad, de nuestro México. Ciertamente no es el camino de la venganza ni el del odio, ni tampoco la huida hacia un falso espiritualismo”, dijo.
En su sermón desde la Catedral Metropolitana, el arzobispo primado de México les explicó a los devotos que el Miércoles de Ceniza no es un acto “ritualista” sino un signo de penitencia.
Bajo esta consigna, el purpurado agregó a su discurso que todos los días, y precisamente en tiempo de Cuaresma, la humanidad “debe librar un combate contra el pecado” y toda manifestación de odio.
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