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domingo, 28 de diciembre de 2014

Monitorean emergencias desde un búnker en el DF

México.- Una parte crítica de la seguridad nacional del país se encuentra en una habitación de seis metros cuadrados en la colonia Lomas de Plateros del Distrito Federal. Ante una computadora, revisando reportes locales e internacionales, está Jan Gutiérrez, médico residente en sus 20 tempranos, parte del Servicio Mexicano de Inteligencia Epidemiológica. En 2009, cuando estalló la pandemia de la influenza, de este cuarto partieron los informes que en la sala de crisis, a unos pasos, llevaron a altos funcionarios de gobierno a tomar decisiones para evitar una devastación de miles de muertes y personas infectadas.

En este momento monitoreamos la actividad del Popocatépetl para determinar los daños que la caída de ceniza del volcán puede causar en la salud de millones de personas”, dice Gutiérrez, jefe de la guardia de monitoreo, médico residente de tercer año. Otros dos médicos, una mujer y un hombre, lo asisten en tareas de captura de información en otras computadoras y televisores gigantes desde donde siguen noticias de otros países y sitios con información pública y confidencial de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud y de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, Canadá y Europa.

En un informe desplegado en otra computadora aparecen los reportes del rastreo, recopilación y análisis de información sobre volcanes, huracanes, sismos y enfermedades dentro de territorio mexicano, que los agentes de la inteligencia en epidemias del gobierno federal realizan todos los días del año.

El cuarto de monitoreo está ubicado en el sexto piso de un edificio que alberga a la Unidad de Inteligencia Epidemiológica y Sanitaria (UIES) de la Secretaría de Salud, una cueva gigante equipada para funcionar tres semanas con autonomía de agua potable, electricidad y conectividad a la internet. Cuenta con baños completos, una cocina y servidores remotos propios.

Si hubiera un megaterremoto este edificio estaría en pie y nos mantendría comunicados con el mundo”, explica el doctor Cuitláhuac Ruiz Matus, titular de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud (Ssa). “En una emergencia epidemiológica aquí pueden vivir y trabajar decenas de médicos sin salir a la calle en casi un mes”.

El monitoreo y análisis de información hace posible la evaluación de riesgos de salud en el país derivados de eventos en otras latitudes del planeta. Esta tarea persistente realizada todos los días sin pausa alguna hizo posible detectar hace unas semanas un brote de virus del oeste del Nilo en Brasil. A finales de agosto anterior ese seguimiento puntual permitió detectar una actividad inusual de inversiones en la Organización Mundial de la Salud relacionada con un brote de ébola en África.

A partir del conocimiento de esa información, la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Secretaría de Salud detonó una serie de acciones preventivas, entre ellas reunir a un comité de expertos y emitir un manual de preparación, ocho días antes de que la OMS declarara una emergencia internacional de salud pública. También se abrió el Centro de Atención Telefónica ubicado en la UIES, donde una decena de epidemiólogos atendieron llamadas de la población con preguntas sobre el ébola.

La Dirección General de Epidemiología forma parte de las instituciones de seguridad nacional, por la importancia de la información que recopila y analiza. Dependencias como el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), el Ejército y la Marina, el Instituto Nacional de Migración (INM), la Secretaría de Agricultura, la Administración General de Aduanas y todos los puertos y aeropuertos reciben todos los días reportes de la UIES sobre eventos como sismos, tormentas, huracanes y brotes de enfermedades.

Con el ébola –cuenta el doctor Ruiz Matus– todos los días el Instituto Nacional de Migración comparte con nosotros información sobre las personas que entran al país provenientes de África y los tres países donde ocurrió el brote. Sabemos dónde están y si tienen fiebre o están sanos. No estamos esperando a ver a qué hora tenemos un caso”.

Inicios de la inteligencia en salud

Hacia 1999, con la globalización cada vez más extendida y una situación de emergencia mundial vinculada con amenazas bioterroristas, comenzó a cobrar importancia el monitoreo y análisis para generar información de inteligencia en salud. En ese año las tareas de seguimiento en el gobierno mexicano se limitaban a un cuarto con dos médicos y dos televisores con antenas rústicas, en este mismo edificio.

Un par de años más tarde, después de los atentados terroristas en Estados Unidos, el doctor Pablo Kuri, hoy subsecretario de Prevención, entonces director general de Epidemiología de la Secretaría de Salud, importó el modelo de lo que sería la UIES de una visita al centro de inteligencia en emergencias de salud en Winnipeg, Canadá.

La unidad mexicana de inteligencia en epidemias se creó en la administración foxista, durante la gestión del doctor Julio Frenk. Fue inaugurada en 2007 y desde entonces se consolidaron los protocolos en la recopilación y análisis de información para la evaluación de riesgos en salud.

Por ahora existen 15 unidades de inteligencia en distintos estados del país. En la colonia Lomas de Plateros está localizada la sede nacional de la UIES, dotada de un centro de capacitación, la residencia donde viven y trabajan los médicos que forman parte del Servicio Mexicano de Inteligencia Epidemiológica, y una sala de crisis y otra de atención de situaciones desde donde los secretarios y subsecretarios del ramo han encabezado reuniones para toma de decisiones vinculadas con la influenza y el cólera; fumarolas y ceniza provocadas por volcanes; sismos, tormentas y huracanes.

Hace unas semanas, cuando el volcán de Colima emitió una fumarola, la Sala de Situaciones de la UIES –enlace permanente nacional e internacional en emergencias de salud– recibió un informe de la unidad de inteligencia de aquel estado para evaluar posibles riesgos para la población. En esa habitación cada miércoles tienen lugar sesiones de pulso epidemiológico. La más reciente, relacionada con ébola, implicó un enlace nacional en 800 puntos, distribuidos entre distintas instituciones involucradas.

En 2014, la UIES recopiló y analizó mil 257 eventos de interés epidemiológico, 26 cada día, que consistieron en brotes de hepatitis, cólera, influenza y chikungunya, hasta el caso del virus del oeste del Nilo detectado en Brasil y el brote de ébola en África y España.

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