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jueves, 27 de noviembre de 2014

Descomposición

Por Elios Edmundo Pérez Márquez

Ecatepec, México.- Hace unos días, me encontré a un viejo amigo del PRD y, como era de esperarse, me saludó como “al primer anti perredista del PRD en Ecatepec”. Ni hablar; me lo he ganado, sobre todo, porque la mayoría de mis ex compañeros de Partido, no leen mis artículos y, cuando los llegan a leer, no los entienden: prejuzgan, suponen, adivinan, presienten, ya que no son muy amantes de leer diarios, ni revistas y, ya no digamos, libros; no todos, claro, pero sí, la mayoría de ellos. De ahí, el bajo nivel que se hace evidente en mi ex Partido.

Tal pareciera que, al día de hoy, el principal requisito para pertenecer al PRD, es ser inepto, analfabeto, inculto e iletrado, ya que, por lo menos aquí, en Ecatepec, la mayoría de perredistas que aún quedan, no se distinguen por ser unos grandes oradores, que conmuevan con sus discursos a las grandes masas; tampoco se distinguen por sus escritos, en los que analizan la realidad y plantean la manera de transformarla; mucho menos, se distinguen por ser educados y carismáticos, conocedores de todas las normas de urbanidad y atentos.

No. Nada de eso. Por razones que, en su momento, habremos de analizar profundamente, los perredistas de Ecatepec, no son preparados, no conocen la teoría política, no han leído, no profesan ninguna ideología, no saben jugar en equipo y no son capaces de “pelar un chango a nalgadas”.

Quién sabe desde cuándo y por qué, pero el caso es que, en la actualidad y desde hace algunos años, a nombre del PRD, como única actividad, de algún líder chicharronero o no tan chicharronero, es ofrecer, en las colonias del municipio, una brigada médico-asistencial, con venta de productos básicos a bajo costo, prueba de la diabetes y presión arterial, corte de cabello y hasta planchado de ceja; acciones estas que, obviamente, no corresponden a un Partido que lucha por la toma del poder; por lo tanto, dichas brigadas, semi profesionales y semi electoreras, se enmascaran con el membrete de una Organización Social.

En el mismo tenor, el discurso se basa en agradecer al personaje en cuestión que ha tenido a bien, acercar la brigada médico-asistencial a la colonia del dirigente menor, que ya no encontraba como promover su imagen entre los vecinos; de ahí que, con gesto compungido y casi con lágrimas en los ojos, agradezca sí, la presencia del personaje en cuestión pero, sobre todo, la presencia del médico, el dentista y el estilista pero, más aun, la presencia de los jitomates, las cebollas, los frijoles y los chiles verdes.

Claro, para muchos de mis ex compañeros, al igual que para mi viejo amigo, señalar lo anterior, “es hablar mal del PRD”, “es ser anti perredista”, y no reconocer “los grandes logros que, el Partido, ha tenido en los últimos años”.

Nada de eso. En Ecatepec, a pesar de haber ganado las elecciones en 2006, el PRD no se ha movido en los últimos 10 años; 10 años, sin llevar a cabo una sola acción, una reunión de información, una sesión del consejo municipal, un curso de capacitación y, ya no digamos una asamblea general, para escuchar las opiniones de los afiliados.

¿Culpa y responsabilidad de loa Chuchos? Sí, en buena medida, sí, pero no es de ellos toda la responsabilidad. Por razones, difíciles de comprender, los perredistas de Ecatepec, en su gran mayoría, dejaron de militar y confundieron el compromiso, que se tenía de transformar a la sociedad, con la chamba; era mucho más conveniente, acoplarse a los mandatos y caprichos de un líder chicharronero, que apoyaba en lo económico, que prepararse para enfrentar al poder, y enfrentarlo; era mucho seguro humillarse, lamer botas e inclinar la espalda, que aprender a leer y escribir, que elaborar una propuesta, que defender los ideales.

Que el ingeniero Cárdenas haya renunciado al PRD, pone en evidencia las carencias y limitaciones de lo que, en su momento, se consideró el Partido de la Esperanza que, de ser víctima, pasó a ser victimario; que, de ser adversario, pasó a ser cómplice del gobierno y, con el caso Igual, se descubrió lo que se ha mencionado en otros espacios: antes ponía los muertos y, hoy, pone a los asesinos.

La salida del ingeniero Cárdenas, formal o real, oportuna o tardía, sólo viene a confirmar lo que ya se sabía y que, por sabido se callaba, los dirigentes del PRD, incluidos Navarrete y Bautista, son personajes menores, mediocres, y con grandes limitaciones para conducir cualquier proyecto; prueba de ello es que, a pesar de haber ostentado un sinnúmero de cargos públicos, éstos, siempre les han quedado grandes, ya que, su verdadera vocación, es empaquetar y repartir despensas entre los más necesitados, pues no tienen ninguna intención de incomodar al poder y ya están listos para firmar la segunda parte del Pacto por México.

eliosedmundo@hotmail.com

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