En el valle de México, la lista de municipios con mayor número de decesos por rivalidad delincuencial en 2011 son Tlalnepantla con 27, Cuautitlán Izcalli y Valle de Chalco, cada uno con 25. En tanto que Nicolás Romero tuvo 11 casos y Huixquilucan, ocho.
En 2011, el Edomex fue escenario de multihomicidios que se adjudicaron organizaciones criminales como “La Familia Michoacana” y “Los Caballeros Templarios” en la zona Oriente, principalmente, y “La Mano con Ojos”, en el poniente de la entidad.
Pero este obvio incremento, o descontrol, en los casos de violencia ha saltado todos los límites estas últimas semanas. La visibilidad de los cárteles de la droga y el impacto en la realidad social de la zona metropolitana son ya innegables.
Por un lado la constante y lesiva violencia sobre los trabajadores que se trasladan cada día del oriente al poniente del Valle de México y sufren asaltos constantes en peseros, en las calles o en las zonas aledañas de las áreas industriales, y a lo cual hay que añadir robos en casa habitación y la estructural plaga de secuestros que no remite sino que se vive con zozobra y discreción pues las familias no reportan a las autoridades pertinentes para impedir que los plagiados sufran consecuencias irreversibles.
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