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miércoles, 17 de agosto de 2016

Los embarazos adolescentes, ¿Sólo un reflejo de nuestra educación sexual?

Por: Cynthia Ramírez Noriega



Colaboradora del Mexiquense Valle de Zumpango
Y estudiante de la carrera de Psicología
De CU UAEM Zumpango

El pasado 04 de agosto nuestro periódico dio a conocer la noticia que en los últimos dos años se ha incrementado en un 30% el número de embarazos no deseados en las adolescentes mexicanas; haciendo de estas cifras un problema de salud pública.
En el artículo, se menciona la propuesta de Norma Velázquez Ramírez, médico gineco obstetra, quien menciona se requiere la implementación de programas de educación sexual que tengan como objetivo llegar cada vez a un mayor número de jóvenes, ya que el rango de edad de los adolescentes más vulnerables a ser padres sin desearlo y/o planearlo son los chicos entre 17 y 19 años. En estos programas se planea hacer una mayor difusión sobre la salud sexual, reproductiva y sobre los métodos anticonceptivos y su uso correcto.
Lo cuestionable de esto es el hecho que tanto los ginecólogos como las cifras reflejan que los jóvenes de esta época hacen un uso mayor de métodos anticonceptivos, en comparación con años pasados; pero entonces ¿por qué darle prioridad a la enseñanza de métodos anticonceptivos y su uso correcto?, si al perecer esto no es el problema ni la solución.
Los programas de educación sexual en México se han caracterizado por dar una prioridad a la enseñanza de los cambios que les ocurren a los jóvenes durante la llamada pubertad y adolescencia, abordando también temas como el embarazo, la menopausia, el uso correcto de los métodos anticonceptivos y por supuesto, las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Sin embargo, libros especializados sobre la educación sexual y la sexualidad humana recomiendan que estos temas sean abordados desde otros punto de vista, dando prioridad al inicio a la enseñanza de temas como la autoestima, el conocimiento de uno mismo, la comunicación tanto verbal como gestual (aprendiendo a decir sí y no), todo esto a partir de la enseñanza de valores como el respeto, la tolerancia, la empatía, pues debemos de considerar que se está educando a los futuros ciudadanos del país y que vivimos en épocas en donde es necesario el respeto de las diferentes preferencias sexuales.
Después de abordar estos temas se recomienda hablar de la importancia de los valores familiares y personales en la vida cotidiana, centrándonos en el cómo nos relacionamos con los demás, permitiendo a los aprendices establecer relaciones sanas a partir de enseñarles a tomar decisiones con base en sus valores y deseos y un plan de vida. Es sólo después de esto que se comienza el abordaje de temas como la sexualidad, las expresiones de intimidad, el funcionamiento del cuerpo, el afecto, los métodos anticonceptivos, las ETS, la planificación familiar; para finalmente abordar el tema de la pareja ideal.
Como puede verse en esta propuesta se da prioridad a la enseñanza de valores, al conocimiento de uno mismo, a la expresión de los sentimientos e ideas y a la creación de un plan de vida, pues está comprobado que los jóvenes que tienen claras sus metas a futuro y lo que quieren lograr postergan el inicio de su vida sexual.
Quizás lo único que tenemos que hacer para ver cambios y resultados diferentes de los hasta ahora obtenidos es abordar las problemáticas de forma diferente, considerando que la sexualidad es algo más que sexo y enfermedades de transmisión sexual. Pues hasta ahora el brindar becas educativas a las jóvenes embarazadas y a las jóvenes que son madres así como la enseñanza y distribución gratuita de métodos anticonceptivos no ha sido la solución al aumento del índice de los embarazos adolescentes.

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