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jueves, 28 de abril de 2016

El consumo de Analgésicos Una adicción igual que el de la cocaína, alcohol, marihuana o la heroína

Por Rosalba Islas Bracho


El abuso de medicamentos de prescripción y otro tanto de medicamentos sin receta médica correspondiente específicamente al de los analgésicos. De acuerdo con varias encuestas nacionales, los medicamentos de prescripción, como los utilizados para tratar el dolor, los trastornos de déficit de atención y la ansiedad, se están abusando entre los consumidores de ilícitas a una tasa sólo superada por la marihuana. Las consecuencias de este abuso han ido en constante deterioro, lo que se refleja en el aumento de las admisiones a tratamiento, las visitas a salas de emergencia y las muertes por sobredosis.


UN ANALGÉSICO ES...
Los analgésicos médicos son drogas poderosas que interfieren con la transmisión de las señales del sistema nervioso a los nervios que percibimos como dolor. La mayoría de los analgésicos también estimulan porciones del cerebro que se relacionan con el placer. En consecuencia, además de bloquear el dolor.
A los más poderosos analgésicos médicos se les llama opioides, que son parecidos al opio1compuestos. Están fabricados para reaccionar sobre el sistema nervioso en la misma manera que las drogas derivadas de la amapola, como la heroína. Los analgésicos opioides de los cuales se abusa más comúnmente incluyen oxicodona, hidrocodona, la meperidina, la hidromorfona y propoxifeno.
Los medicamentos de venta sin receta (OTC, por sus siglas en inglés) son buenos para combatir muchos tipos de dolor. Existen dos tipos principales de analgésicos sin receta: acetaminofén (Tylenol) y antiinflamatorios no esteroideos (AINES). La aspirina, el naproxeno (Aleve) y el ibuprofén (Advil, Motrin) son ejemplos de AINES sin







El abuso y uso no médico de medicamentos de prescripción es un problema grave de salud pública en los Estados Unidos. Aunque la mayoría de las personas toman los medicamentos de prescripción de manera responsable, se calcula que unas 52 millones de personas (el 20 por ciento de las personas de 12 años y mayores) han consumido medicamentos de prescripción por razones no médicas al menos una vez en su vida, y los jóvenes tienen una representación importante en este grupo. De hecho, el Estudio de Observación del Futuro (MTF, por sus siglas en inglés) del
Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés), encontró que en el 2010
Uno de cada 12 estudiantes de la secundaria reportó uso no médico, en el año anterior, del analgésico de prescripción Vicodina y uno de cada 20 reportó haber
Consumido OxyContin de manera indebida, lo cual hace que estos analgésicos estén entre los medicamentos que más abusan los adolescentes.
El abuso de ciertos medicamentos de prescripción, entre ellos, los opioides, los depresores del
Sistema nervioso central (SNC) y los estimulantes, puede conducir a una variedad de efectos adversos para la salud, incluyendo la adicción. Casi el 14 por ciento de los que reportaron el uso no médico de un medicamento de prescripción en el año anterior a la encuesta cumplieron con los criterios de diagnóstico para el abuso o la dependencia de estos medicamentos. Las razones de la alta prevalencia de abuso de medicamentos de prescripción varían según la edad,
El género y otros factores, pero probablemente incluyen el hecho de que son más disponibles.
El número de recetas para algunos de estos medicamentos ha incrementado dramáticamente desde
Principios de la década de los noventa). Por otra parte, otros factores que probablemente contribuyen a este problema son la cultura de consumo en que las personas están dispuestas a “tomar una pastilla para lo que les pase” y la percepción de que los medicamentos
De prescripción hacen menos daño que las drogas ilícitas. El problema es urgente: el número de muertes no intencionales por sobredosis que involucran analgésicos opioides se ha cuadruplicado desde 1999 y, en el 2007, superó el número total de muertes por heroína y cocaína.
El NIDA espera cambiar esta situación aumentando el conocimiento del público sobre este problema y promocionando investigaciones adicionales sobre el abuso de medicamentos de prescripción. Éste no es un problema nuevo, pero sí es un problema que merece una nueva mirada. Es imprescindible que, como nación, estemos conscientes de las consecuencias asociadas con el abuso de estos medicamentos.
En nuestro país los datos más recientes disponibles son los de la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) de 2002. Según esta encuesta, el número de personas que había usado drogas médicas de manera abusiva al menos una vez alcanzaba un total de 845 561: de los cuales 399 847 eran hombres y 445 714 mujeres de entre 12 y 65 años de edad. Estas cifras son equiparables a las reportadas para el consumo de cocaína: habían consumido cocaína 857 766 personas, es decir, una diferencia de sólo 12 205 personas.

El problema del abuso de sustancias farmacológicas es complejo y aunque los motivos que dan origen a este fenómeno son múltiples, todos llevan a las mismas consecuencias desafortunadas. Casi todos los medicamentos son productos que no son dañinos si se les administra bajo un estricto control médico, en el que el doctor prescribe las dosis necesarias para que incluso sus efectos secundarios sean los mínimos posibles.
Hay medicamentos que al igual que las drogas provocan alteraciones de distintas clases: placer, euforia, somnolencia, vigor, tranquilidad, calma, bienestar… pero también debilitan física y mentalmente, causan trastornos en el funcionamiento normal de distintos órganos y sistemas del cuerpo, y su abuso puede poner en riesgo tanto la calidad de la vida como la vida misma.

Quienes se inyectan heroína, fuman tabaco o beben alcohol de manera rutinaria conocen los graves peligros a los que se exponen, sin embargo es muy posible que los adictos a un medicamento no sepan de las graves consecuencias del abuso. Los analgésicos, anestésicos, estimulantes, sedantes y ansiolíticos son medicamentos cuyo consumo excesivo puede conducir a una adicción tan peligrosa como la de las drogas y el alcohol.

En la vida real, lamentablemente, el uso abusivo de medicamentos es un problema que está creciendo. La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, que pertenece a la Organización de las Naciones Unidas, advirtió en su informe de 2007 que en el mundo “los casos fatales de sobredosis de medicamentos de venta con receta están aumentando”. Y señaló también que “los medicamentos que contienen estupefacientes o sustancias sicotrópicas, o ambos, son incluso la droga preferida en muchos casos y no se consumen en sustitución de otras sustancias”.

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