Directorio

Directorio

domingo, 17 de enero de 2016

* ¿Por qué viene el Papa a Ecatepec?




TEMA LIBRE
columna de análisis político

* Francisco I y su lucha contra la injusticia y pobreza
* Los ojos del mundo pendientes del EdoMéx
Por I. León Montesinos

¿Se ha preguntado usted, amable lector, por qué el Papa Francisco decidió incluir a Ecatepec en el itinerario de su visita a México?
Esta interrogante fue charla de sobremesa entre algunos colegas a principios de año y seguramente ha sido tema de conversación recurrente en miles de hogares ecatepequenses y mexiquenses, generando diversos puntos de vista que implican el empaparse de la forma de pensar y de actuar del Sumo Pontífice, para buscar interpretar las razones que guiaron sus pasos a nuestro municipio.
Para que usted se norme una idea más cercana sobre el estilo personal del Vicario de Cristo, permítame allegarle la siguiente información de este hombre que desde su llegada al Vaticano ha redimensionado a la Iglesia Católica al desempolvar los evangelios en defensa de los pobres del mundo.
El “Papa del Pueblo” como la ha bautizado la revista Time, es un jesuita argentino cuyo período papal se ha caracterizado por la humildad, la toma de riesgos y por un profundo cuestionamiento del papel de la Iglesia Católica en el mundo, ganando popularidad no únicamente entre los católicos sino entre los miembros de otras iglesias.
El Sumo Pontífice es un hombre que no se anda por las ramas cuando habla del lacerante tema de la pobreza; ha ponderado la necesidad de luchar por el bienestar de millones de personas lanzando en sus discursos duras críticas a los excesos del sistema capitalista. Francisco se ha proclamado en contra del “Dios llamado dinero” y ha cuestionado los salarios y bonos del mundo corporativo.
Ha sido el primer Papa en convocar en el corazón del Vaticano a los líderes de los marginados y explotados de todo el planeta, como aconteció en octubre del 2014 en que se dieron cita lo mismo dirigentes de indígenas, campesinos y trabajadores. Los convocados asistieron a la Santa Sede y no precisamente a santiguarse y oír misa, sino para analizar, a la luz de los evangelios cristianos, su situación de injusticia y rezago social, expresando libremente sus demandas.
Anteriormente para debatir la coyuntura internacional, los Papas convocaban banqueros, empresarios y hombres de negocio. Francisco, coherente con su opción por los pobres ha dado un cambio significativo en las características de los interlocutores de la Iglesia Católica.
El Primer Encuentro Mundial de Movimientos Populares, sirvió de marco para que el Jefe de la Iglesia Católica cuestionara incluso a las políticas asistencialistas con las que muchos gobiernos buscan atemperar, sin mucho éxito, el hambre y la marginación social. Su tesis de Tierra, Trabajo y Techo para todos los habitantes del orbe, sacudió los cimientos y las consciencias en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), en septiembre pasado.
Del mensaje de Francisco I, difundido a nivel mundial tras su encuentro con los excluídos del planeta, citamos algunos párrafos que definen, por sí mismos, la forma de pensar del Vicario de Cristo.
Dijo el Santo Padre en octubre del 2014: “Este encuentro de Movimientos Populares es un signo, es un gran signo: vinieron a poner en presencia de Dios, de la Iglesia, de los pueblos, una realidad muchas veces silenciada. ¡Los pobres no sólo padecen la injusticia sino que también luchan contra ella!
No se contentan con promesas ilusorias, excusas o coartadas. Tampoco están esperando de brazos cruzados la ayuda de ONGs, planes asistenciales o soluciones que nunca llegan o, si llegan, llegan de tal manera que van en una dirección o de anestesiar o de domesticar. Esto es medio peligroso. Ustedes sienten que los pobres ya no esperan y quieren ser protagonistas, se organizan, estudian, trabajan, reclaman y, sobre todo, practican esa solidaridad tan especial que existe entre los que sufren, entre los pobres, y que nuestra civilización parece haber olvidado, o al menos tiene muchas ganas de olvidar”.
El Papa 266 de la iglesia católica y el primero en mil 200 años que no es de origen europeo, expresó también en su histórico mensaje: “Solidaridad es una palabra que no cae bien siempre, yo diría que algunas veces la hemos transformado en una mala palabra, no se puede decir; pero es una palabra mucho más que algunos actos de generosidad esporádicos. Es pensar y actuar en términos de comunidad, de prioridad de vida de todos sobre la apropiación de los bienes por parte de algunos.
También es luchar contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, la tierra y la vivienda, la negación de los derechos sociales y laborales. Es enfrentar los destructores efectos del Imperio del dinero: los desplazamientos forzados, las emigraciones dolorosas, la trata de personas, la droga, la guerra, la violencia y todas esas realidades que muchos de ustedes sufren y que todos estamos llamados a transformar. La solidaridad, entendida, en su sentido más hondo, es un modo de hacer historia y eso es lo que hacen los movimientos populares.
Este encuentro nuestro no responde a una ideología. Ustedes no trabajan con ideas, trabajan con realidades como las que mencioné y muchas otras que me han contado… tienen los pies en el barro y las manos en la carne. ¡Tienen olor a barrio, a pueblo, a lucha! Queremos que se escuche su voz que, en general, se escucha poco. Tal vez porque molesta, tal vez porque su grito incomoda, tal vez porque se tiene miedo al cambio que ustedes reclaman, pero sin su presencia, sin ir realmente a las periferias, las buenas propuestas y proyectos que a menudo escuchamos en las conferencias internacionales se quedan en el reino de la idea, es mi proyecto”.
Este jesuita que lleva las riendas del catolicismo en el mundo, no sólo predica la humildad de palabra sino con el ejemplo, pues rechazó, como sus antecesores, mudarse a los apartamentos papales, eligiendo vivir en la comunidad del Vaticano. Es de destacar que tras el atentado a Juan Pablo II, los papamóviles se habían hecho cerrados y a prueba de balas. Francisco descartó usarlos y declaró a la radio del Vaticano que "es cierto que cualquier cosa puede pasar, pero enfrentémoslo: a mi edad, no tengo mucho que perder". Una de las versiones de papamóvil que usó en Nápoles era abierta a los lados, lo que permitió que le entregaran una pizza
Durante su periplo en México, en el que recorrerá 23 mil 563 kilómetros, incluye una agenda diametralmente opuesta a la de Benedicto XVI, cuya visita a nuestro país, en marzo de 2012, se constriñó a las ciudades de Guanajuato, León y Silao. Región del Bajío y cuna de los movimientos Cristero y Sinarquista.
Francisco I irá al contacto directo con la gente tanto en ciudades como Morelia, Michoacán; San Cristóbal de las Casas, Chiapas, como también la visita a un penal en la convulsionada Ciudad Juárez, Chihuahua, honrando con su presencia a los marginados del municipio más grande América Latina y a los pobres del centro del país, en la homilía que ofrecerá en Ecatepec, en la Zona del Caracol, y a la que se calcula que acudirán unas 300 mil personas, amén de los dos millones que participen en las vallas y en el trayecto de 8,8 kilómetros.
El “Papa del Pueblo”, estará precisamente junto al pueblo de México recordando a los hombres del poder y del dinero que es inaplazable una más justa distribución de la riqueza que cristalice en los hechos su tesis de Tierra, Techo y Trabajo. Espero, amable lector, le sirva esta breve información para entender el por qué, el Vicario de Cristo eligió a Ecatepec en su itinerario.
DEL LADO OFICIAL, es indudable que la visita de Francisco I a tierras mexiquenses ha puesto a trabajar tanto a la estructura operativa del gobierno federal, como del estado y el ayuntamiento de Ecatepec, donde el recién desempacado alcalde, Indalecio Ríos Velázquez tendrá una buena parte de esta responsabilidad histórica en sus manos.
No puede pasar desapercibido que los ojos del mundo estarán puestos en el magno evento a realizarse el 14 de febrero en Ecatepec y como lo ha anunciado ya el gobernador Eruviel Ávila Villegas, los preparativos contemplan la movilización de 10 mil elementos de la Policía Estatal, quienes coordinarán sus acciones con efectivos del Estado Mayor Presidencial, la Gendarmería Nacional y Policía Municipal.
El mandatario mexiquense delineó hace dos semanas la tarea que le espera a su gobierno, cuando detalló: “Estamos preparados para ser muy buenos anfitriones y recibir a los feligreses, velar por su integridad, estaremos muy pendientes de los temas de Protección Civil y desde luego los temas relacionados con la salud de los asistentes. Es nuestra obligación colaborar y velar por la protección y la seguridad de la gente mexiquense o de otros estados o de otros países que van a venir a este importante evento.
“Yo estoy cierto que el Papa Francisco traerá un mensaje de paz, su presencia es un significado de fe y de unidad para todos los mexicanos, qué bueno que visite el estado del país que tiene más habitantes y también más feligreses de la iglesia católica”.
Nuestro correo: garrasleo6@yahoo.com.mx





No hay comentarios :

Publicar un comentario