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jueves, 21 de enero de 2016

La amenaza: ¿el empleo o el dólar?


Por Enrique Quintana



DAVOS.– Un análisis de la Universidad de Oxford indica que 47 por ciento de los puestos de trabajo que hay en Estados Unidos pueden desaparecer en el curso de los próximos diez a 20 años, debido a los procesos de automatización y digitalización.

Y, aunque pareciera que lo más amenazante en el entorno económico es la inestabilidad financiera, con sus secuelas en el precio del petróleo mexicano por debajo de 20 dólares o con un dólar que va apuntando a 19 pesos, en realidad, desde la perspectiva estructural, el problema principal es la tendencia a un cambio de modelo económico que está destruyendo empleo y que no logra crearlo al mismo ritmo.

Peor aún: cuando se recuperara al mismo paso, el tipo de empleos que se crean son muy diferentes a los que se cancelan.

Los análisis que se han hecho en la reunión en curso del Foro Económico Mundial (WEF) señalan que el mercado seguirá cancelando empleos a escala global.

La razón es que las empresas están presionadas por condiciones de competencia como nunca han tenido, además de que en la mayor parte del mundo enfrentan un entorno de crecimiento lento o incluso de recesión.

En esa condición, la búsqueda de la rentabilidad es asunto de sobrevivencia y ello pasa por un uso intensivo de la tecnología que en muchas ocasiones castiga el empleo. Además de los cambios disruptivos de los modelos de negocio, que también lo hacen.

No es la primera vez en la historia que sucede este proceso. El hecho de que a este cambio se le denomine la “cuarta revolución industrial” implica que ya ha pasado en tres ocasiones.

Por ejemplo, cuando la tecnología generó productividad en el sector agropecuario y empujó a fuertes migraciones a las ciudades.

A la larga, la historia económica muestra que el empleo no sólo se recupera sino que crece y se vuelve más productivo y mejor remunerado.

Es altamente probable que esto suceda de nuevo. El problema es que ello puede llevar un tiempo prolongado.

Como el mercado poco podrá hacer para reducirlo o mitigar los efectos negativos que causa, se van a requerir políticas públicas muy activaspara generar los cambios apropiados.

En México tenemos aún crecimiento del empleo formal, pero que claramente va desacelerándose de tasas de 4.5 por ciento en 2014 a 3.5 por ciento al cierre del año pasado.

No hay que hacernos ilusiones y pensar que estamos exentos de este proceso que ya se presenta en otros países.

Para hacerle frente se requieren diversos elementos: el más importante de ellos es la educación. Pero no sólo el cambio en la educación básica que se empuja con la reforma (que es crucial a largo plazo), sino un esquema que no tenemos de reentrenamiento masivo de trabajadores, sea en activo o en el desempleo o subempleo.

El segundo factor es la generación de una política deliberada de creación de micro y pequeñas empresas. Hay pasos positivos que se han dado para formalizar y facilitar la operación de ellas, pero son insuficientes. Se requiere empujar su generación, pues a través de ellas es que se van a producir la mayoría de los nuevos empleos y no a través de los negocios tradicionales.

Pudiera parecernos que en el entorno financiero que vivimos el precio del dólar sea lo más crítico. Veremos con el tiempo que el problema del empleo nos va a afectar más.

Twitter: @E_Q_

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