Ayer domingo, los más de dos millones 419 mil albañiles que existen en México, están de manteles largos por la celebración de la Santa Cruz, aunque los 364 días del año restantes no tengan nada que festejar, debido a las malas condiciones laborales que tienen muchos de ellos, pues a pesar de que desempeñan un trabajo pesado, la mayoría percibe un bajo salario, no tiene prestaciones, ni tiene acceso a los servicios de instituciones de salud.
Cada 3 de mayo, desde temprano, los trabajadores de la construcción llevan a bendecir una cruz de madera adornada con flores, para posteriormente colocarla en lo alto de la vivienda o edificios que construyen, tal como lo marca la tradición que data de la época colonial. Entre cemento y grava, festejan su día con una comida que sus patrones les ofrecen como reconocimiento a su desempeño.
Una vez que los festejos llegan a su fin, los más de 2.4 millones de albañiles que tiene registrados el INEGI, regresarán a su triste realidad, pues su trabajo es mal remunerado y hasta despreciado por la sociedad.
"Pues aunque no nos guste tenemos que hacer la lucha, hacemos un trabajo honrado, pesado, que no cualquiera se atreve a hacer, no todos aguantan los bultos de cemento ni tienen la paciencia para hacerlo", platicó David, un joven de 24 año que se dedica a este oficio.
"La gente piensa que es un oficio sucio, como que nos discriminan, pero no tiene nada de malo, al contrario, yo me siento orgulloso de lo que soy, no cualquiera, la verdad, hace esta chamba", manifestó Mauricio, trabajador de la construcción.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2013, del INEGI, el promedio de horas trabajadas por semana entre los albañiles es de 45 horas, aunque 39 por ciento de ellos labora más de 48.
De cada 100 albañiles, 85 trabajan en el sector de los hogares, específicamente dentro de la informalidad, en tanto que 13 lo hacen dentro de empresas o negocios y 1 para instituciones ya sea pública o privada.
Cabe destacar que 86 por ciento de ellos no tienen prestaciones, el 89.3 por ciento no tienen acceso a las instituciones desalud como beneficio de su actividad laboral. Del total de trabajadores en la albañilería que son subordinados y remunerados, sólo 11% cuenta con un contrato escrito, pues la mayor parte de los albañiles (88.4%) son contratados en forma verbal.
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