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martes, 8 de octubre de 2013

Vivienda: otra crisis sin atender

La industria de la construcción, principalmente el sector de la vivienda nueva y usada en México, está en vilo y a la espera de que sus demandas en contra de la Reforma Hacendaria propuesta por Enrique Peña Nieto sean escuchadas

México, DF.- Hasta ahora, empresarios, banqueros y representantes laborales mantienen conversaciones con el gobierno federal, en específico, con funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que encabeza Luis Videgaray Caso, y con legisladores de los distintos partidos, para hacerles ver que las iniciativas presidenciales golpearán aún más un sector que, desde el inicio de 2013, mostró debilitamiento y al que la desaceleración económica ha terminado por dar la puntilla.

Peña Nieto anunció en septiembre pasado la Reforma Energética que, en esta caso, incluye gravar con el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a la compra de viviendas, también plantea cargar con IVA la renta de viviendas y a los intereses de créditos hipotecarios; limitar la deducibilidad de intereses de créditos hipotecarios; redistribuir el 5% de aportación al Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit), y dejar 2% para vivienda y 3% para seguro de desempleo, además de cancelar la deducibilidad inmediata del suelo destinado a desarrollar vivienda.

Las constructoras han denunciado en los medios que temen que las ventas se vean afectadas por las medidas, en particular por la aplicación del IVA, actualmente de 16%; los empresarios afirman que la propuesta generaría una contracción de, por lo menos, 35% en la demanda de viviendas nuevas.

Y aunque Luis Videgaray dijo la semana pasada que el Impuesto al Valor Agregado sobre las ventas de viviendas e intereses hipotecarios no se aplicará a las propiedades de bajos ingresos, nadie ha quedado contento, menos aún porque, entre todos los problemas que se han venido acumulando en el gobierno federal durante las últimas semanas, se desconocen aún los detalles del ajuste que ha prometido la SHCP.

Este años, la construcción de viviendas nuevas en México cayó a 380 mil, desde las 630 mil de 2008, cuando alcanzó su punto máximo.

La industria de la construcción de viviendas en México disfrutó de un auge entre comienzos y mediados de la década de 2000, cuando el gobierno federal promovió las compras de inmuebles con subsidios y programas de préstamos.

Pero el mercado cayó en 2008 y 2009 como consecuencia de la crisis financiera mundial. De acuerdo con un análisis de The Wall Street Journal, aunque la economía mexicana salió de la recesión en 2009, el sector de la construcción “sigue anémico, y la tasa anual de proyectos nuevos va en declive”.

Los constructores denuncian que se han visto perjudicados en parte por políticas del gobierno y porque los consumidores han optado por complejos de apartamentos urbanos a expensas de vecindarios suburbanos de viviendas para una sola familia.

Las tres mayores constructoras de viviendas de México –Desarrolladora Homex SAB, Corporación GEO y Desarrollos Urbanos SAP, y Urbi– estén al borde de la insolvencia.
Todas tienen una pesada deuda, este año han incumplido pagos a la banca e incluso han dejado de operar en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

Pero la propuesta de EPN no sólo le pega a los grandes constructores. También afectará negativamente a la clase media que, de acuerdo con los analistas, es vista por la Reforma Hacendaria, como la gran generadora de impuestos.

Roberto Barrios, presidente de la sección en el Distrito Federal de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios, recordó el impacto del último intento del gobierno de gravar las ventas de viviendas, al iniciar la década de 1970, en el siglo pasado: “Se cayó el mercado, se desplomó de manera impresionante a casi la mitad”, y esto sucedió, dice, porque afectó directamente a la clase media.

Con una economía ya en recesión, el gobierno federal tendrá ahora que ajustar su propuesta original o, de lo contrario, asumir la responsabilidad por imponer otro freno a una industria que requiere mano de obra de forma intensiva. Pero hasta ahora, el gobierno federal no han dicho nada al respecto. Todo está detenido. Si acaso, Hacienda ya dijo que el IVA de la vivienda social no será de 16% y falta ver el monto que se define. Pero de lo otro: del IVA a la vivienda en renta, del IVA a intereses de nuevos créditos, de la deducibilidad del suelo y de las aportaciones del Infonavit no se sabe nada.

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