A simple vista "el perreo" puede parecer un baile de moda que conjunta ritmos caribeños de hip-hop, salsa, merengue y reggae con alta carga sexual, sin embargo, Carmen Fernández Cáceres, directora de los Centros de Integración Juvenil (CIJ), advierte que el fenómeno muy popular entre estudiantes adolescentes o que apenas rebasan la mayoría de edad está provocando el incremento en el uso de inhalables.
"Los bailes en estas fiestas son una moda que viene de zonas muy marginadas del Caribe, de Centroamérica y han llevado a consumos excesivos tanto de alcohol como de solventes e inhalables a los jóvenes.
"Se pone de moda una estopa con tolueno con sabores de vainilla, chocolate, fresa que le dicen 'la mona' y bailan con ella mientras simulan una cópula canina donde la mujer es llamada 'la perra' y están inhalando mientras bailan, ciertamente tiene un contenido obviamente sexual, tiene que ver con el despertar sexual", explicó la titular.
El bajo costo de las estopas de colores y sabores impregnadas con distintas sustancias inhalables las hacen fácilmente adquiribles, desembolsar cinco pesos por un "viaje" de 15 o 25 minutos puede parecer insignificante, pero conlleva un alto precio de salud física y mental.
Los consumidores incurren en conductas sexuales de alto riesgo y en riñas, además de padecimientos en la salud que van desde mareos, hiperactividad, irritación de ojos, náuseas, vómito, tos, mala coordinación motriz, confusión y alteraciones de la percepción.
El consumo de estos estupefacientes también provoca dificultad para hablar, hasta el deterioro cognitivo, disminución de las capacidades sensoriales (perdida de la visión, audición, olfato), dolores de cabeza, perturbaciones de sueño, disminución de peso y volumen cerebral y daños en el sistema nervioso e inmunológico.
"El alcohol y las borracheras que provocan el tolueno desinhiben, cuando la gente se atreve a hacer lo que normalmente no hace pues se atreve a tener conductas sexuales de riesgo, a delinquir, a tener conductas antisociales, a manejar rápido y sentirse súper poderoso, y ello acarrea embarazos, contagiarse de SIDA, ir a la cárcel y lo peor es ir a la tumba en caso de que consuman demasiado.
"La desinhibición no sólo es sexual, también agresiva y entonces hay peleas y riñas. Están en la fiesta con esta motivación tanto sexual como de diversión sin darse cuenta que realmente están echando a perder su vida que es lo más lindo", lamentó Fernández Cáceres.
Históricamente la mariguana es la droga preferida, no obstante, a principios de siglo fue desplazada en cierta medida por las metanfetaminas, actualmente los inhalantes se han posicionado por su capacidad para generar desinhibición.
De ser considerados de uso prevalente entre personas en situación de calle o mujeres que practican la prostitución, los disolventes, aerosoles, gases y nitritos, están ya entre las preferencias de los alumnos de secundaria y bachillerato, advierte la especialista.
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