Basura, insalubridad y oligopolio en la Central de Abastos de Ecatepec

Ecatepec, Méx.- Lo que puede ser el principal espacio de mercadeo de productos básicos en la región oriente del Valle de México por la confluencia de varios municipios con alta intensidad de población como es el caso de Ecatepec, la llamada Central de Abastos de éste municipio, hoy es el reflejo del abandono, de la insalubridad, de la apatía y de la ambición de los condóminos que tienen el lugar como un espacio de almacenaje y distribución en donde sin ningún control técnico y mucho menos licencias de construcción edifican torres que inclusive abarcan superficie de áreas comunes y de estacionamiento.

En algún momento éste mercado que se concibió para venta de artículos de primera necesidad alimenticios en mayoreo y como consecuencia una fuente muy importante generadora de empleos, esta convertido en un verdadero muladar donde los pasillos y banquetas materialmente han desaparecido, porque los ricos propietarios de las bodegas no solo comercializan sus mercancías si no también estos espacios que tienen un alto precio en renta.

No existen medidas de seguridad y prevención para siniestros en ningún punto se encuentran señalamientos preventivos ni de orden para efectos de una lamentable contingencia, inclusive ha habido derrumbes e incendios donde muchas personas entre clientes y personal exponen sus vidas.

El gobierno interno al parecer no tiene ninguna vinculación con las autoridades municipales para los efectos de las licencias de construcción que aplican las medidas técnicas ni con la dirección de Protección Civil y Bomberos.

Es cierto que las autoridades municipales han permitido el establecimiento de tiendas de autoservicio casi adjuntas como es el caso de una Bodega Aurrera, un Mega Mercado Soriana y una plaza comercial como Sendero, esto pudiera considerarse que es una competencia desleal por el hecho de haberse autorizado la instalación de éstas empresas trasnacionales, sin embargo no existe comparación entre el control sanitario y los precios que éstas tiendas ofrecen.

La Central de Abastos de Ecatepec, no es funcional ni resulta práctico recorrer las zonas comerciales, porque los pasillos de flujo peatonal simplemente no existen, los comercios están hacinados y la distribución u orden de los giros se a perdido, lo que dificulta la compra de los productos que se pretenden adquirir.

El desorden en sus calles es muy grave en cualquier momento se encuentran bloqueados por los camiones que realizan la descarga o carga de mercancía sin importar que se impide la circulación de los vehículos de los clientes, lo que dificulta la movilización de la mercancía que compraron.

La inseguridad es galopante en cualquier momento las damas pueden sufrir el robo de su bolsas, acoso sexual y hasta la agresión de algún empleado de los establecimientos cuando pretenden seleccionar la mercancía.

La calidad y los precios de los productos que ahí se expenden, en algunos giros resultan accesibles si se comparan con otros establecimientos de la región y ya no digamos de los mercados municipales, sin embargo en los tianguis que proliferan los precios en algunos casos son más bajos porque son adquiridos directamente en la Central de Abastos de Iztapalapa, Distrito Federal.

En un recorrido que realizamos en el interior de éste espacio de mercadeo se pudo observar que no existe ningún control administrativo, que más bien parece un territorio libre donde tienen su propio gobierno, su policía local y hasta su sistema de intercomunicación como es una estación de radio que se difunde a través de bocinas distribuidas estratégicamente entre las bodegas.

La Central de Abastos de Ecatepec es el ejemplo del desfiguro operativo, donde la ley de unos cuantos es la autoridad lo que ha provocado que se pierda el sentido de ser un punto donde los residentes del Valle de México en la zona oriente puedan surtir su canasta básica a precios accesibles y de calidad, por el contrario la inseguridad y la basura son el referente de la misma.

Sorprende que cuenten con su propia policía y que sin embargo muchos de los condóminos es decir, los dueños de las bodegas hayan sido victimas de secuestros donde algunos lamentablemente hasta la vida perdieron pese haber pagado grandes fortunas como rescate.