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lunes, 24 de septiembre de 2012

TEMA LIBRE

Por I. León Montesinos

Eterno maridaje entre militares y narcos

Peña Nieto y la asesoría del General Naranjo

Fuerzas armadas en el Estado de México


Ecatepec, Méx.- Para millones de mexicanos el nombre del General Oscar Adolfo Naranjo Trujillo les es totalmente extraño y no deja de hacerles ruido el por qué el presidente electo, Enrique Peña Nieto le menciona ya como su asesor en materia de seguridad. ¿Quién es éste hombre? ¿De dónde viene y qué ha hecho de relevante para aspirar a desplazar en la próxima lucha contra el crimen organizado a los mismísimos generales mexicanos?

Si bien el policía de origen colombiano ha dejado en claro que no participará de manera directa en la parte operativa, para quienes conocen de sus alcances y capacidades, el General Naranjo podría convertirse en algo así como el estratega tras bambalinas, pero también en el censor que tendría bajo la lupa a muchos, muchísimos miembros de las fuerzas armadas que han sido atrapados en las millonarias tentaciones ofrecidas por los barones de la droga.

Para que nuestros lectores se vayan familiarizando con esta especie de “héroe colombiano”, es necesario señalar que durante su paso por los mandos policiales de Colombia logró desmembrar y contribuir a la captura y muerte de capos de la talla de Gonzalo Rodríguez Gacha, cabeza del Cártel de Cali, y de Pablo Escobar Gaviria, poderoso líder del Cártel de Medellín.

Ocupó el cargo de Director General de la Policía Nacional de Colombia entre mayo de 2007 y junio de 2012. Trabajó en el comando del departamento de Policía de Bolívar, el Comando de Operaciones Especiales, la Dirección de Inteligencia y Contrainteligencia Policial y la Policía de la ciudad de Cali. Naranjo es miembro de la International Drug Enforcement Association filial de la DEA estadounidense, la Asociación Internacional de Jefes de Policía y el círculo de historia de la Policía Nacional de su país.

En su carrera policial también ha realizado los cursos de Operaciones Especiales Urbanas en el Centro de Adiestramientos Especiales de la Guardia Civil Española. En Estados Unidos realizó el curso en técnicas antiterroristas del Departamento de Estado de Estados Unidos, el curso de Antinarcóticos en Estados Unidos impartido por la DEA, y un seminario sobre organización, técnicas y funcionamiento para la prevención del delito dictado por el Federal Bureau of Investigation (FBI). En el Reino Unido tomó el curso de seguridad aeroportuaria y aduanera impartido por el Servicio de Aduanas de Inglaterra. También tomó cursos en Argentina dictados por la Policía Federal Argentina.

Como jefe del grupo operativo y análisis de la Dirección de Policía Judicial e Investigación (DIJIN), comandó las capturas de más de 150 personas solicitadas en extradición por los Estados Unidos. El 17 de mayo de 2007, fue nombrado Director de la Policía Nacional por el presidente Álvaro Uribe. Naranjo fue ascendido a General (4 estrellas) el 10 de diciembre de 2010 por el Presidente de Colombia Juan Manuel Santos, siendo el primer y único policía de Colombia en ostentar este rango.

El 19 de Abril de 2012, el General Naranjo presentó su renuncia al presidente Juan Manuel Santos, a la vez que manifestó: "No tengo pretensiones políticas". Acabando así con 35 años de servicio a la institución. La dimisión se oficializó el 12 de junio de 2012. Esa misma fecha lo relevó en el cargo el General José Roberto León Riaño.

El próximo arribo del General Naranjo seguramente causará urticaria y resquemor a muchos de los altos mandos no sólo de las fuerzas armadas sino de los propios órganos de seguridad pública federal como la PFP y la PGR, mismos que además no salir bien librados, a final del sexenio terminaron abiertamente enfrentados.

Podemos asegurar que uno de sus primeras tareas al lado del nuevo equipo de transición de Peña Nieto, será echarle una hojeada a la lista de probables aspirantes a dirigir a la Secretaría de la Defensa Nacional y a la Secretaría de Marina Armada de México. Y no será nada fácil palomear a los relevos sobre todo porque en ambas dependencias la sombra de los contubernios con los mafiosos ha acompañado a las instituciones desde el inicio del sexenio.

Hace seis años, en noviembre del 2006, cuando se afinaban los nombramientos que habría de hacer Felipe Calderón en el área de las fuerzas armadas, sobrevino una oportuna revelación en los medios que paró en seco las pretensiones por llegar al cargo de Secretario de Marina, nada menos que a un pariente político del ex capo sinaloense, mejor conocido como “El Cochiloco”. Se trataba del entonces vicealmirante Raúl Santos Galván Villanueva, emparentado políticamente con los Salcido, al estar casado con Olga Millán Salcido, prima hermana de multicitado “Cochiloco” y cuya familia posee infinidad de negocios y propiedades en Mazatlán y otros puntos del estado de Sinaloa. Apellido que suena y resuena a personajes relacionados con actividades poco transparentes.

Sorprendió la premura de algunos miembros del equipo de transición de Calderón por ungirlo en tan importante cargo, al grado de que por consigna los senadores panistas negociaron en fast track en la Cámara Alta para elevarlo al rango de Almirante; es decir, darle el grado de “Cardenal”, para que pudiera ser el Secretario de Marina. El asunto reventó en escándalo y Calderón decidió dar marcha atrás sustituyendo al amarrado candidato por el actual Secretario, Mariano Francisco Saynes Mendoza. Pero, ojo, el perdedor fue enviado a la Oficialía Mayor de la Secretaria de Marina y más tarde al cargo de Subsecretario.

Del lado de la Defensa Nacional, desde la detención del general Jesús Gutiérrez Rebollo, señalado por los funcionarios de Ernesto Zedillo de haber dado protección a Amado Carrillo Fuentes, el extinto “Señor de los Cielos” y jefe del Cártel de Juárez, la lista de implicados con el narcotráfico es extensa, y a últimas fechas se han sumado los nombres de los generales como Tomás Ángeles Dauahre y Roberto Dawe González, y en grado superlativo de culpabilidad el general brigadier, Juan Manuel Barragán Espinoza, yerno del ex Secretario de la Defensa Nacional en el sexenio de José López Portillo, el general Félix Galván López.

El asunto del general Barragán refleja el alto grado de descomposición institucional en las fuerzas armadas pues no sólo se comprometió con emisarios del Chapo Guzmán a conseguirles citas nada menos que con el Secretario de la Defensa, Guillermo Galván sino además con la titular de la PGR, Marisela Morales y el Subjefe Operativo del Estado Mayor de la Defensa, el general Genaro Robles. El objetivo era convencer al Secretario de bajar la intensidad de los operativos en los estados donde el Cártel de Sinaloa tiene sus zonas de influencia.

A cambio, el deshonesto militar pidió la módica suma de 10 millones de dólares, el problema mayúsculo para el desbocado general fue que los astutos operadores del jefe del Cártel de Sinaloa, lo grabaron. Incluso, durante un cateo realizado a su residencia en Naucalpan, las autoridades le encontraron un Rolex de oro macizo con el grabado: Gral. de Div. D.E.M. Gmo. Galván Galván Srio. de la Def. Nal. Exclusiva joya que de acuerdo a Barragán le obsequiaría a su alto jefe a nombre del Chapo, una vez que contactara la cita, según se estableció en el expediente publicado hace unos días por el Diario Reforma.

Alta corrupción, traiciones a las instituciones e infinidad de irregularidades encontrará el general Naranjo cuando le toque emitir su diagnóstico sobre el lamentable estado en que se encuentran los altos mandos de las fuerzas armadas y que ha permitido el fortalecimiento de los cárteles y de la delincuencia organizada en el país, amén del desastroso desempeño de los órganos de seguridad pública en todos los órdenes de gobierno y que por ley, deberían ser los encargados de combatirla.

Y si bien no todo está podrido al interiores de nuestras fuerzas armadas, desalienta saber que los generales que han cumplido a cabalidad con sus funciones, terminen siendo relegados de los campos de batalla en contra del crimen organizado. Una prueba de ella la constituye el General, Sergio Aponte Polito removido de las zonas militares de estados como Sinaloa y Baja California Norte, donde su labor empezaba a hacer mella a Cárteles, precisamente como el de Sinaloa, del Chapo Guzmán, y el de Tijuana, de los Arellano Félix.

¿Adive estimado lector, quiénes fueron los promotores de su remoción? Pues nada menos que los gobernadores de ambos estados: el priísta Jesús Aguilar Padilla, de Sinaloa, quien en diciembre del 2005 le pidió su cabeza al entonces Secretario de la Defensa Nacional en el gobierno de Vicente Fox, el dócil general Clemente Vega García; y el panista José Guadalupe Osuna Millán, de Baja California Norte, quien en el 2008, no soportó los operativos implementados por Aponte Polito, con el apoyo de la sociedad civil, y en la que cayeron no sólo miembros de la delincuencia organizado sino además policías estatales y municipales.

Aponte Polito debería figurar como serio aspirante al cargo de Secretario de la Defensa Nacional, méritos y valor no le faltan pero… a los altos mandos militares les parece más conveniente tener al tigre que viste gallarda y limpiamente el uniforme verde olivo, enjaulado o mejor dicho, enclaustrado como Presidente del Supremo Tribunal Militar. Comentamos esto por si al futuro asesor en materia de seguridad y al presidente electo, les interesa saber sobre el perfil de tan singular militar mexicano, por cierto, muy parecido al del General Naranjo.

COMENTARIOS AL PATRULLAJE MILITAR EN EDOMÉX.- Reflejo de que aún hay mucho por hacer en los cuerpos policiales del Estado de México, es la presencia de las fuerzas armadas en el municipio de Ciudad Nezahualcóyotl, donde hace una década operara a sus anchas y con el contubernio de las autoridades no sólo locales sino federales el llamado Cártel de Neza, dirigido por la ahora procesada, Delia Patricia Bustos, la Ma´Baker. Sanguinaria banda que llegó a imponer su ley en uno de las zonas más pobladas de la entidad y cuyas ramificaciones se extendieron a otros municipios como Ecatepec y Chalco. Control ahora ejercido por integrantes de la llamada “Familia Michoacana”.

Hace unas semanas, Mexiquense publicó el contenido de un anuncio espectacular donde se pide también la presencia del ejército en Ecatepec ante la creciente ola de asesinatos, robos y extorsiones, como parte de los reclamos de una sociedad inerte ante la desatada delincuencia que no respeta ni a funcionarios ni a ciudadanos. Mucho tiene que hacer en ésta área el gobernador Eruviel Ávila, pues es indudable que algo está fallando y que, o los policías son ineficientes, o están siendo comprados o amenazados por los delincuentes para dejarlos operar a sus anchas. Al caso lo mismo si de ineficiencias se trata.

Nuestro correo electrónico: garrasleo6@yahoo.com.mx

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