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miércoles, 14 de marzo de 2012

Mujeres indígenas, las más golpeadas y discriminadas

El mexiquense, México (Mujeres).- Más de 12 millones de mujeres rurales sufren discriminación, pobreza y desempleo en el campo, y también son las más golpeadas por la carestía y la crisis alimentaria, afirmó el presidente de la Confederación Nacional campesina (CNC) Gerardo Sánchez García.

Previo al Día Internacional de la Mujer, el diputado federal sostuvo que la pobreza empuja a la mujer campesina a aceptar violaciones a sus derechos laborales. La mujer en el campo está olvidada, a pesar de que más de 900 mil madres campesinas se ven obligadas a fungir como jefas de familia.

El líder urgió a plantear políticas públicas que reivindiquen los derechos de las mujeres rurales, en quienes la pobreza, violencia, y desempleo se recrudece.

También recordó las condiciones económicas prevalecientes en el país, y a pesar de ser el campo un potencial productor, también son regiones de mayor pobreza y carestía; "si antes una familia campesina tenía tortilla y frijoles, hoy ni frijoles y muy poca tortilla, pues el costo (...) en algunas regiones del país se comercializa en 16 pesos el kilo".

Sánchez García calificó de injusto que más de 900 mil madres campesinas se vean obligadas a fungir como jefas de familia, ante la necesidad del varón de buscar sustento económico, emigrando en busca de oportunidades de trabajo a las ciudades o hacia Estados Unidos, dejando a mujer e hijos en la orfandad.

"Esa situación agrava las condiciones económicas familiares y se refleja en el detrimento de la alimentación, salud, educación, vivienda, producción agrícola y relaciones laborales de las familias campesinas."

Datos oficiales revelan que 37.7 por ciento de las mujeres con hasta 24 años padecen pobreza alimentaria en el medio rural; de 25 a 44 años, el porcentaje es de 34.8; de 45 a 64, de 31.1 por ciento y de 65 en adelante, 32.2 por ciento.

Es de referir que en los últimos 20 años, la población económicamente activa femenina creció 261 por ciento, mientras que la masculina se elevó en sólo 104 por ciento.

Sánchez García lamentó que la incorporación de la mujer campesina al mercado laboral no ha generado para ellas una mejoría en sus condiciones de vida, ya que sus ingresos son sólo para sobrevivir.

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